La tragedia se produjo en el Kunhar, una corriente de agua que atraviesa la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en Pakistán. Foto: Captura de pantalla
Una niña paquistaní de 11 años cayó a un río el martes 16 de agosto de 2016 cuando trataba de hacerse un selfie y se ahogó, al igual de sus padres cuando trataban de socorrerla, anunciaron la policía y la administración local.
La tragedia se produjo en el Kunhar, una corriente de agua que atraviesa la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, cerca de la aldea de Beesian, una zona turística montañosa a 200 kilómetros al norte de Islamabad.
Este río, profundo y turbulento, es muy apreciado por los aficionados al descenso en aguas bravas.
“La niña intentaba hacerse un selfie junto a la orilla y resbaló” , explicó un policía, Arshad Khan. Otros turistas presenciaron el accidente.
La madre saltó al agua para tratar de salvarla, pero fue arrastrada por la corriente. “Al ver a la vez a su esposa y su hija ahogarse, el padre se lanzó a su vez al agua, pero también falleció” , añadió Khan.
Los cuerpos de la madre y la hija fueron recuperados, mientras que el padre aún no ha sido encontrado, continuó.
Ambos progenitores eran médicos en la provincia del Punjab y estaban de vacaciones. Tenían otros dos hijos, una niña de nueve años y un niño de seis, presentes durante el accidente.
“Ambos están bajo la protección de la administración local y serán confiados a sus parientes en cuanto estos lleguen” , precisó.
Un responsable local señaló que las autoridades habían dispuesto carteles alertando de no aproximarse al río, donde cada año se ahogan varias personas, especialmente turistas “ venidos de fuera que no se dan cuenta de la profundidad ” .
Con la expansión del uso de los smartphones, cada año mueren más personas tratando de hacerse selfies. En el último mes y medio, dos turistas, un surcoreano y un alemán, murieron en Perú mientras trataban de sacarse una foto.