Nathan Schulhof (a la izquierda), junto a los principales expositores de Campus Party Quito 4: Jonathan Reichental, Dolors Reig, Alberto Levy, y Mark Rogers Foto: Paul Rivas / EL COMERCIO.
Nathan Schulhof es conocido como el padre del reproductor de MP3 con justa razón. Entre varios emprendimientos relacionados con la música y la tecnología, fue uno de los mentalizadores de Wango Tango, un concierto que se realiza anualmente, cuya raíz es la música digital.
En su primera edición, este concierto llenó el estadio de los Dodgers, principalmente gracias a la presencia de Britney Spears (quien entonces tenía 17 años) y Ricky Martin, quien iniciaba la gran cúspide de fama de su carrera musical.
Entre las varias ideas y proyectos que logró materializar, también se encuentra la compara Testdrive, que se basaba en la entrega de un CD con versiones de prueba de diferentes programas informáticos. Fue un éxito rotundo, gracias a la idea revolucionaria de permitir a los compradores hacer una prueba de los programas para ayudar en su decisión de compra, algo que se ve como común hoy en día.
Fue al ver este tipo de tecnología encapsulada en un CD que debía ser llevado a todo lado, que tuvo la primera visión de lo que debía ser la música digital. “Deberíamos ser capaces de poder controlar la música; para mí, la música es comida para el alma”, indicó Schulhof durante su conferencia magistral, la última de Campus Party Quito 4.
“Nunca es fácil; en 1994, 95 y 96 conseguí USD 8 millones de dólares, 25 000 dólares a la vez” indica Schulhof.
“La única diferencia entre ustedes, yo, o Steve Jobs, es el compromiso con la causa en la que creemos. Todos nos hemos sentido frustrados, hemos fallado, hemos lamentado haber fallado, y al siguiente día, nos hemos levantado para seguir haciendo lo mismo”
Schulhof había completado su primer prototipo del reproductor de MP3, el ‘Listen Up Player’ en 1994, y en 1996 estaba ya siendo comercializado por varios miembros de su equipo. En 1997, su invento ganó el premio a la innovación en el Consumers Electronics Show de 1997.
Para 2003, ya era presidente de Hand-held Entertainment, estaba metido de cabeza en la industria del MP3 y en la cúspide de la creación de las compañías puntocom gracias a su emprendimiento, Audiohighway.com.
Tras trabajar durante cerca de 10 años en la construcción e institución de su proyecto, lo logró: el primer reproductor de MP3 del mundo, que tenía prácticamente el mismo tamaño que un iPod, pero años antes de la salida del segundo dispositivo.
Fue el primero en desarrollar un reproductor portátil de MP3. Antes de Schulhof, solo se podía escuchar este tipo archivos comprimidos de música en los computadores. Logró lo que nadie había logrado antes en la historia, y que luego sería replicado, duplicado y mejorado por otras compañías, como Apple.
En 2004, su vida cambió radicalmente.
En el proceso de creación y nacimiento de su proyecto, entró en coma. Sus médicos le dijeron que tenía un chance de 50% de supervivencia. El sentía un dolor de muela y los síntomas de una gripe común; en realidad, tenía una infección de estreptococo que se había tomado prácticamente todo su cuerpo. Fue la misma enfermedad que aquejó a Jim Henson, creador de los Muppets.
Tras una semana, salió de coma, pero no podía reconocer a nadie, y no podía hablar ni tenía capacidades motoras.
El proceso de recuperación no fue corto, y fue bastante incierto; por dos años, sus manos y piernas temblaban, fue diagnosticado con demencia e internado. ·Fue la época más triste de mi vida; me dijeron que podría morir en para el año 2011”.
La terapia de recuperación tomo 4 años, entre 2006 y 2010. En el proceso de recuperación, creó junto con un amigo otra compañía, Solar Juice, que se encargó de la creación y producción de cargadores para dispositivos móviles
Esta fue una de las lecciones más importantes de la vida de Schulof. “Me di cuenta claramente de que el dinero no era importante. Tenía suficiente para pagar mis cuentas. A veces, lo suficiente es suficiente. Lo más importante es el apoyo; mi familia y mis amigos me apoyaban y me amaban”. Es esto lo que le ayudó a salir adelante. A seguir. Y de hecho, a seguir haciendo negocios con Apple hasta el día de hoy, y a continuar involucrado en la industria de la música.
“Nunca es fácil, pero se logra”, concluye Schulof.