La escritora sudafricana Nadine Gordimer, premio Nobel de Literatura en 1991, tiene una larga trayectoria como novelista y cuentista retratando el ‘apartheid’ y la compleja realidad de su país.
Su última novela, ‘Mejor hoy que mañana’, se instala en el post-‘apartheid’, un presente democrático. Tiene como protagonista a la joven pareja integrada por Steve y Jabu; él es un químico blanco, ella una abogada negra. Si bien el simbolismo de esta unión multirracial es poderoso y marca la tensión del relato, esta novela es, por sobre todo, una notable historia de amor.
Una pareja que se conoció en la guerrilla, que cayó en prisión, y que una vez conseguida la paz decidió recuperar la normalidad y apoyar la reconstrucción desde el anonimato. Pero lo hace sabiendo que, como pareja, siguen siendo “un indicio de lo irreconciliable”, relata Gordimer en la novela, aunque hayan “sentido desde el principio la fascinación de eso que se llama el Otro”.
Steve se recibió de químico para construir bombas, y tiene ascendencia judía. Jabu estudió en Suazilandia para ser maestra y luego abogada, donde se integró a la resistencia. Es una mujer que logró romper con su tradición kwazulú, donde el sexo femenino siempre está subordinado. Ambos se conocieron en la Lucha (que siempre aparece con mayúscula, como en el original inglés, ‘Struggle’). Ambos siempre recuerdan la cárcel, el desierto (lugar geográfico de resistencia, de poderoso sentido metafórico), y la muerte de muchos camaradas, lo que los hace sentir supervivientes.
Es una historia de amor con una pesada mochila a cuestas, como la de muchas parejas de exguerrilleros. Pero ojo con los paralelismos: el mosaico de lenguas, razas y religiones que existe hoy en Sudáfrica define un contexto singular, irrepetible, mucho más rico que la supuesta homogeneidad “negro-blanco”. Cabe recordar que el término ‘apartheid’ (“separados” en afrikáans) está en una de las 11 lenguas oficiales del Estado sudafricano, de las cuales solo dos no son africanas (inglés y afrikáans).
‘Mejor hoy que mañana’ es una novela de la decepción, incluso en la intimidad de la pareja. El lector, que poco a poco comienza a idealizar el binomio Jabu-Steve, también recibe su cuota: toma conocimiento de la infidelidad entre ambos. Un golpe inesperado, pues la empatía con los personajes es real, prosaica, marcada por olores, humores, roces, fluidos y complicidades (Gordimer nunca relata un acto sexual entre ellos, y tampoco es necesario).
Perturbadora también es la realidad que anuncia peligros para la democracia sudafricana, y de los cuales la novela se hace eco de manera directa. Toma como referencia los hechos políticos hasta el año 2008, cuando Jacob Zuma fue elegido presidente. Zuma hizo campaña política acusado de corrupción, fraude y violación.
Hay extensos informes de la BBC sobre el caso, disponibles en Internet. Pero aun así ganó, porque era el candidato único del Congreso Nacional Africano, principal organización y símbolo de la resistencia anti- ‘apartheid’.
Zuma, en la novela, representa todo lo que Jabu y Steve detestan, un auténtico traidor a sus ideales. Incluso así, es la única opción electoral para Jabu y Steve y para una neta mayoría de sudafricanos. Nunca terminamos de conocer al otro, pero igual vale la pena intentarlo. Eso es lo que nos repite Gordimer desde el comienzo de esta novela rica, compleja, honesta. Esto no es menor.
La creación literaria de Gordimer se nutrió de las paradojas más terribles, generadas por un sistema que parecía único e irrepetible en su miseria.
Nadine Gordimer
Nació en 1923 en Springs, Gaunteng, Sudáfrica. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1991 por su obra, que se sumerge en las relaciones interétnicas y el ‘apartheid’.
Ha publicado alrededor de 25 libros. Ha recibido 15 doctorados honoris causa.