Ricardo De la Cuesta vocalista del grupo Anima Inside lideró un proyecto que reúne a siete músicos internacionales en la producción del tema Prophets Word. Foto: Cortesía Anima Inside
Prophets Word es el nombre de la canción interpretada por una banda que reúne a siete músicos internacionales. El proyecto surge como una iniciativa del ecuatoriano Ricardo De la Cuesta, vocalista de Anima Inside.
A inicios del año pasado, Anima Inside tuvo que suspender una agenda de giras nacionales e internacionales debido a la pandemia. “Teníamos un año muy ocupado con el Extreme Tour en Estados Unidos, Domination Fest en México y nuestra gira de lanzamiento del álbum ‘Alien’ que se tuvieron que aplazar”, explica De la Cuesta.
Sin embargo, el confinamiento permitió retomar un proyecto colaborativo con otros artistas que no se habían podido concretar por problemas de agenda. “En enero del año pasado había conversado con Marcel Barbosa (guitarrista brasileño en Angra) y Toño Ruiz (guitarrista mexicano en Qbo y Coda) de donde surgió la idea de hacer algo juntos”, dice el ecuatoriano.
La voz se corrió y pronto se sumaron otras figuras del rock como Fernando Scarcella (baterista argentino en Rata Blanca), Coqui Tramontana (guitarrista peruano en Masacre), Fabio Laguna (tecladista brasileño en Hangar y Angra) y la leyenda cubano estadounidense Rudy Sarzo (bajista en grupos como Quiet Riot, Ozzy Osbourne o Whitesnake).
Video Youtube Cuenta: Anima Inside
“Las primeras secciones de esta canción las compuse en el 2013 y durante la pandemia me dediqué a mejorar la estructura del tema, desde una perspectiva de productor más que de compositor”, dice De la Cuesta. Cada miembro recibió la propuesta y asumió la tarea de grabar sus respectivos instrumentos desde su lugar de residencia.
Como productor, De la Cuesta reunió todas las piezas musicales y escogió las mejores tomas de grabación para darle forma a una pieza de rock con aires andinos, que acompaña a una letra en inglés sobre la unión latinoamericana y critica la idea del falso profeta. “Hay muchas formas de apreciar esta canción, pero su mensaje básicamente es de unión”.
Ese poder colectivo del que el ecuatoriano habla en la canción también se ve reflejada en el espíritu colaborativo de los músicos de seis países que participaron en la producción. La dinámica del trabajo, dice De la Cuesta, fue compleja, pero se resolvió apoyándose en las herramientas tecnológicas con las que se pudo trabajar a distancia. Todo el proceso de producción se completó en cuatro meses.
“Nos quedamos tan satisfechos que nos quedamos con ganas de volver a tocar juntos”, dice De la Cuesta, quien no descarta la posibilidad de producir una versión del tema en español. Actualmente trabaja en la producción de otro sencillo en colaboración con otro ‘team’ musical.