El tango, el rock, el pop e incluso la música electrónica han tomado como base la música académica para la creación de obras de gran calidad. Desde luego, es una fusión que pese a su poca difusión crece a pasos seguros.
Este jueves 5 de febrero estarán ejecutando canciones del repertorio clásico del tango, con arreglos sinfónicos, el Quinteto La Grela (Argentina), con el cantante Emiliano Castignola (Argentina), el pianista Claudio Jácome (Ecuador) bajo la dirección de Luis Castro; en la Casa de la Música (Valderrama y Mariana de Jesús), a las 20:00. Mientras que en Ibarra estarán el viernes 6, en el Teatro Gran Colombia, a las 20:00.
Aunque el tango se preste para este tipo de arreglos musicales, otros géneros más modernos y contemporáneos han bebido de la música clásica para sus exploraciones.
El 18 de diciembre pasado la banda de ‘rock libre ecuatoriano’ Sal y Mileto cumplía su sueño: tocar con la Orquesta de Instrumentos Andinos. Quienes asistieron al abarrotado concierto en la Plaza del Teatro no olvidarán el juego desplegado entre el rock de los que ahora son integrantes de la banda de Igor Icaza y los músicos de la reconocida orquesta andina, que contó con composiciones de Icaza, Marcelo Beltrán, Mesías Maiguasha y Tadashi Maeda.
Uno de los grandes íconos del rock sinfónico, sin duda, es Frank Zappa, quien cuenta en su discografía con más de 35 de álbumes de estudio, a los que se suman decenas de grabaciones en directo, homenajes, bandas sonoras y recopilatorios; Zappa estuvo fuertemente influenciado por el compositor de música clásica Igor Stravinsky.
El violinista y compositor japonés Tadashi Maeda, radicado en Ecuador, es otro de los cultores e investigadores en este campo. Ya en mayo del 2005 estuvo como violinista solista del programa Tanto Sinfónico II, dirigido por Miguel Jiménez y con la participación de la Orquesta Sinfónica de Cuenca. No obstante, este versátil músico también se ha caracterizado por sus puestas en escena de música popular ecuatoriana en formato contemporáneo, orquestal y de cámara.
Recientemente también se presentó el cantante colombiano Fonseca, quien con el trabajo de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador, dirigida por Andrei Vasilevski, puso en alto el vallenato. Y el miércoles 28 de enero de este año se presentó, en Portoviejo, el evento ‘Alfaro Rap Sinfónico’; en el marco de los eventos de conmemoración de los 103 años de la muerte violenta de Eloy Alfaro.
La banda holandesa Epica, por su lado, ya lleva más de diez años puliendo su metal sinfónico y abriendo públicos alternativos en este género del rock. Este 2015 volverán a pisar el paralelo cero, tras seis años sin dar un concierto en Ecuador.
En cuanto a producciones discográficas, el disco antológico ‘Ecuador baladas sinfónicas’ –producido por Andrés Sacoto- abarcó canciones pop muy escuchadas de los años 80 al 2000. Según datos del Ministerio de Cultura y Patrimonio, ente que apoyó el proyecto del disco, ‘Ecuador baladas sinfónicas’ vendió 8 718 copias. Asimismo estuvo entre las placas prenominadas al Grammy y entró a las categorías de Mejor disco sinfónico, Mejor disco del año y Mejor grabación y producción.
Los géneros nacionales como el pasillo también han sumado los arreglos orquestales para alimentar su trayecto creativo. El 21 de febrero del año pasado, ellos junto al grupo Quimera –que ya tiene más de 30 años en la escena local- ejecutaron piezas del repertorio pasillero nacional, bajo la dirección de Medardo Caisabanda.
Sin embargo, vale destacar la figura de Luis Humberto Salgado (1903-1977), un precursor de esta compleja fusión musical. Salgado se valió de la música tradicional ecuatoriana para sus composiciones sinfónicas y arreglos de óperas. Mucha de su obra está aún por estudiar e interpretar.
A pesar de su desaparición y corta vida musical, la Sinfónica Andina Infantil de Ayora (SAIA), Cayambe, integrada por 100 niños indígenas, de entre 5 y 14 años, se proyectó como una experiencia educativa y artística interesante de seguir. Grabaron los discos ‘Chivilito Negro’ (2002) y ‘Cantando voy bajando’ (2004).
Los géneros tradicionales que trasladaron a lo sinfónico fueron: Sanjuan, Bomba, Huayno cuzqueño, Fox incaico, Son, Galopera, Rondeña y Rin. El proyecto fue impulsado por la Federación de Organizaciones Populares de Ayora-Cayambe (Unopac) y contó con el financiamiento del Instituto Iberoamericano del Patrimonio Natural y Cultural-Convenio Andrés Bello.
Sin embargo, todavía continúa con vida la Orquesta Étnica Infanto-Juvenil Taky Kamak. Un proyecto dirigido por Martín Malán en Colta (Chimborazo), desde marzo del 2013. Su cuerpo musical cuenta con 144 artistas fijos, pero también han incluido en la orquesta a quienes quieren aprender el arte musical rescatando el patrimonio cultural de su región.
El jazz tampoco está fuera de este universo sonoro orquestal. Como parte de la décima edición del festival Quito Jazz, el músico dominicano Michel Camilo presentó en su programa musical la composición de su autoría: Concierto para piano y orquesta No. 1. Donde “se entremezclan cosas como el jazz, lo clásico y tiene afrocaribeño”, según contó en una entrevista a este Diario.
El mundo jazzístico, por su componente académico también brinda muchas herramientas para los compositores al momento de llevar sus trabajos a formatos mayores como el sinfónico. Sin embargo, a decir de Camilo, a veces el entrecruce puede ser bastante dificultoso para quien decante en estas dos órbitas artísticas.
La electrónica no se ha quedado atrás. En Argentina, el director de orquesta Andres Tolcachi junto al DJ y productor Mariano Trocca son uno de los ejemplos más visibles de esta conjunción musical que han llamado ‘house sinfónico’.
En Medellín (Colombia), el músico Mauricio Ramírez (M.A.L.A) con la colaboración orquestal de José Gallardo Arbeláez han compuesto arreglos electrónicos sinfónicos para la banda colombiana Música Inmobiliaria. Varias de sus composiciones se las puede encontrar en su sitio web.