El conjunto musical Auténticos del Valle se han presentado en varios escenarios del país. Su próximo objetivo será salir al extranjero. Foto: EL COMERCIO.
Los golpes ágiles y fuertes, que Carlos Suárez imprime con sus manos abiertas sobre el cuero de un pequeño tambor, llamado bomba, marcan el compás.
Al percursionista le acompañan Raúl Suárez, que con los dedos de la mano derecha parece hacer llorar a la guitarra y Geovanny Delgado, el cantante del conjunto. Mientras que cinco músicos afroecuatorianos más les siguen el ritmo con un requinto, un bajo eléctrico, un güiro, un bongo y la clave.
La maestría de estos intérpretes populares del grupo Auntéticos del Valle, que llevan 15 años sobre los escenarios, sobresalió en el Primer Festival de Música Bomba Nuestras Raíces. La cita se realizó el 8 y 9 de octubre del 2015 en la comunidad de El Chota, cantón Ibarra, provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador.
Turistas nacionales y extranjeros llegaron a la plaza Coangue, sede del afamado Carnaval del mismo nombre, para participar en este festival que busca ser un referente de la cultura y tradición afroecuatoriana.
Ahí, luego de interpretar seis canciones, los Aunténticos del Valle fueron declarados los mejores entre una decena de agrupaciones que actuaron. Los otros laureados fueron Bantú, que ocupó el segundo lugar, y Generación 2000, el tercero.
Con las canciones: Dice que no puedo Amarte, Corazón dolido, La Canción del Mono… que fueron coreados por los cientos de espectadores, los Auténticos ganaron el primer puesto.
La música bomba es un género interpretado por los afrodescendientes de la Sierra norte. Este ritmo poner a bailar a los participantes de las fiestas populares que se realizan en las comunidades asentadas a orilla del río Chota, que divide a las provincias de Imbabura y Carchi.
La mayoría de temas le cantan al amor, al río, a la mujer, al trabajo y, hasta, las desgracias, como las crecidas del afluente que se lleva las cosechas.
Sin embargo, éste no es el único certamen con que se busca promocionar esta expresión cadenciosa.
En agosto pasado, en el marco del programa Un Canto para Ibarra, que también difunde géneros como el pasacalle y el albazo, se efectuó el Primer Festival de la Música Bomba.
El objetivo es acrecentar el pentagrama local con nuevas composiciones, comenta Laureano Alencastro, presidente del Comité Permanente de Fiestas del cantón.
En esa ocasión, una orquesta integrada por 23 músicos, entre ellos cinco de la zona, acompañaron a los 10 interpretes participantes.
La bomba es una tendencia que también comparten otros grupos. Por ejemplo, los dos primeros puestos del Festival Un Canto por Ibarra lo ocuparon los artistas mestizos Diana Imbaquingo, con su tema: La Bomba Coqueta y, Jonhatan Vilatuña, con Negra Linda.
La mayoría de intérpretes afrodescendientes de la música bomba han heredado la tradición de padres a hijos. Tal vez por ello no tienen partituras de las canciones. Eso preocupa a musicólogos como Danny Hidrobo, director de la Banda Municipal de Otavalo y de la orquesta Reyes Band. “Hay varias canciones que pueden ser consideradas iconos que ni siquiera están registradas”.
Otra de las novedades es que hay conjuntos que también proponen nuevos formatos y creaciones. Carlos Andrade, representante de la Fundación Piel Negra, comenta que entre ellos están la denominada bomba son, que es semejante al ritmo cubano.
Sea a como sea, los afrodescientes del Valle del Chota buscan conquistar los escenarios con sus alegres y románticas canciones.