La música académica rompe protocolos para su difusión

El concierto Ruta Escondida se realizó en Chavezpamba, durante la primera edición de Música Ocupa en el 2017. Foto: Cortesía Festival Música Ocupa

La música clásica se baja de los escenarios de élite para acercarse a públicos y plataformas diversos a través del festival Música Ocupa, en Quito. La organización realizará su segunda edición del 5 al 16 de junio del 2018.
El proyecto nace del grupo InConcerto, que quería llevar la música clásica a lugares poco convencionales y, al mismo tiempo, romper protocolos que alejan al público.
Simón Gangotena, director del festival y miembro de InConcerto, explica que querían mostrar al público que no es mandatorio tener conocimientos profundos de música académica para disfrutarla.
El festival se llevará a cabo en 18 locaciones y se realizarán 20 conciertos alrededor de la ciudad. Gangotena explica que el evento tiene tres ejes de ocupación de los lugares, entre los que se encuentran edificios patrimoniales, espacios públicos y comunidades. Por ello, este cartel cuenta con localidades como el cementerio de San Diego, la cárcel de Máxima Seguridad de Latacunga, la plaza Arenas, entre otros.
Para dar sonido a estas locaciones se contará con la presencia de 12 músicos internacionales que vienen de España, Chile, Brasil, EE.UU. y Australia, entre otros; hay grupos nacionales como Mozart K911, Quinteto Vientos Mitad del Mundo, Quito Brass y Royal Brass.
Las intervenciones se darán en formato in situ o tipo concierto. El primero busca conversación e interacción en espacios públicos, como La Ronda o el bulevar de la NN.UU.
Los conciertos, además de su relación con el espacio a nivel visual, generan encuentros entre los artistas, puesto que comparten presentaciones como ensambles de cámara. El concierto de cierre, en Solanda, por ejemplo, contará con todos los artistas del festival.
Los músicos interpretarán composiciones locales seleccionadas de una convocatoria abierta inspirada en la exposición de Fabiano Kueva titulada ‘Ciudad Modelo’, que exalta las individualidades a partir de la construcción de casas en Solanda. “Queremos hacer una analogía musical de este concepto”, dice Gangotena.
Sin prejuicios ni preconceptos de la música académica, los intérpretes se acercan a los espacios comunes para difundir y refrescar los sonidos que hoy se encuentran en la ciudad.