Las ofrendas a la Madre Tierra son parte del ritual. Foto: Cortesía Kylago
Una visión propia de la naturaleza, la energía, los ciclos de la Tierra, el equilibrio y la convivencia con la comunidad son parte de los conocimientos y charlas que se imparten en Mushuk Pakary- Hacia un Nuevo Amanecer. Esta escuela nació con el objetivo de involucrar a la ciudadanía en un estilo de vida armónico con la Pachamama.
Los integrantes de la escuela se llaman ‘hermanos’. No son únicamente niños. En realidad, la mayoría de los miembros ya son profesionales y trabajan durante toda la semana. Los fines de semana descansan y aprovechan para reunirse y aprender de los conocimientos y la sabiduría de los guías espirituales andinos.
El proyecto pertenece a la organización Yachakkunapak que se ha extendido en España, México, Colombia, Perú y Argentina con un mismo fin. “Es necesario crear un nuevo paradigma civilizatorio en la base desde los pueblos originarios, el amor y respeto a la madre tierra, en su reconstituida espiritualidad que se apoya en los valores de los pueblos ancestrales del planeta”, cuenta Kylago, guía espiritual.
La razón detrás de la creación de Mushuk Pakary está ligada al origen del grupo Yachakkunapak, dice. “Hay una necesidad en estos tiempos de acercarse a una espiritualidad liberadora que se aleja de los dogmas”, agrega.
En este aspecto, la participación de los sabios (yachaks andino-amazónicos) es fundamental. “Es necesario reafirmar y recrear los símbolos desde la ancestralidad”, explica Kylago, resaltando la importancia de aprender de los que han vivido más tiempo en esta Tierra. Sin embargo, aclara que no se trata de caer en el “purismo”, sino de ser parte de “una espiritualidad revitalizante que se acondicione a la permanente crianza y cambios de la Pacha”.
Una vez a la semana se citan los integrantes para aprender sobre medicina ancestral. Conocen las propiedades y usos de las plantas medicinales nativas de los Andes. Durante este tiempo, los participantes también dialogan sobre cómo alcanzar la armonía y el equilibro con la naturaleza.
Otro eje fundamental de la organización es empoderar a las mujeres dentro de las comunidades. Contrario a una creencia popular, “el papel de la mujer en los Andes es milenario”, puntualiza Kylago.
Ella, al igual que sus colegas, mantiene el legado de lideresas que han forjado caminos y luchas a lo largo de los años, muchas veces de forma anónima. Pero son esas mismas mujeres quienes inspiran y “guardan dentro de sí mismas las enseñanzas de la madre naturaleza”.
Medicina ancestral y algunas técnicas para alcanzar el equilibrio con la Pachamama se dictan en un centro comunitario
Kylago
Una mujer lideresa y guía espiritual es directora de la escuela y fundadora del grupo.
Reuniones
Los días domingos se reúnen en una casa en el sector La Armenia, en Los Chillos.
Participan
hombres, mujeres, niños y niñas de todas las edades.