El museo Abya Yala. Está ubicado en la av. 12 de Octubre y Wilson. Expone cerca de 1 500 piezas amazónicas. Foto: María Isabel Valarezo / El Comercio
En dos horas se puede recorrer el Oriente ecuatoriano. Y aunque suene a poco tiempo, esto es lo que propone ‘Descubre la Amazonía en Quito’, un circuito expositivo que agrupa más de 3 000 piezas patrimoniales, animales y plantas que forman parte de esta zona del país y que reposan en las instalaciones de los museos de Ciencias Naturales, Abya Yala, Mindalae y en el Jardín Botánico.
Fósiles encontrados en la Amazonía ecuatoriana, utensilios de cocina utilizados por los aborígenes, animales que han servido como fuente de alimento, joyería de las distintas tribus, plantas originarias de esta zona, modos de construcción de viviendas…
Este circuito ha sido planteado de tal manera que el espectador logre conocer panorámicamente todo lo que implica la vida en la región oriental del país. No solo se centra en los seres humanos como productores de cultura, sino que también quiere que los visitantes conozcan toda esa flora y fauna de la zona que ha antecedido a los primeros pobladores y que aún se mantiene viva (y, en algunos casos, en peligro de extinción).
Hasta el 10 de abril, y por USD 8, el público podrá recorrer los más de 2 kilometros de exposiciones que suponen este proyecto. Cada espacio ha elaborado una guía museográfica que une las enseñanzas de uno y otro espacio. Así, por mencionar un caso, la información proporcionada por el museo Abya Yala -primero del recorrido con casi 1 500 piezas para esta exhibición, de las cuales todas fueron usadas en las comunidades selváticas-
es reciclada en cada lugar, siempre a conveniencia de lo que cada museo propone.
Por ejemplo, en el Jardín Botánico se encuentra la Casa Shuar, la cual ha sido elaborada respondiendo a las características de este tipo de construcciones. En su interior se pueden apreciar las distintas plantas que usan los lugareños y, al mismo tiempo, con afiches del Mindalae, saber qué tipo de vasijas y otros objetos utilizan diariamente estas comunidades.
Objetos clave del paseo
Durante el recorrido hecho por este Diario, cada espacio propuso las piezas o sitios emblemáticos para conocer dentro del circuito. En el Museo Abya Yala, las cabezas reducidas son las joyas de esta gran exhibición. Nataly Orbe, directora del lugar, explica que a pesar de que han pasado décadas desde la creación de estas tzantzas, el cabello de las mismas continúa creciendo saludable y con brillo.
En el caso del Museo Mindalae, Catalina Sosa, coordinadora de ese espacio, dice que son cuatro las zonas de mayor cuidado para esta muestra: la de armas, con lanzas y bodoqueras; la de cestería, donde se aprecian los canastos que sirven para transportar productos en el bosque; la de cerámicas, con piezas con diseños amazónicos; y la de adornos plumarios y semillas, donde se exhiben adornos.
El Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales, por su parte, pone su mirada sobre un tigrillo que forma parte de su colección privada, que será mostrada al público en este recorrido. También se destaca su mariposario, donde se resguardan los cuerpos de algunos insectos difíciles de hallar en el Oriente.
El Jardín Botánico, en cambio, propone una revisión al orquideario, donde se cuidan ejemplares de climas cálidos y fríos. Martha Alarcón, una de las guías de esta sección de ‘Descubre la Amazonía en Quito’, explica que aquí el objetivo es que el visitante conozca que la Región Amazónica ecuatoriana se inicia en la parte oriental de los Andes. Esto permite entender que esta zona se componga de climas diversos, lo que facilita el crecimiento de distintos tipos de plantas.
Para esta ocasión, el Sistema Metropolitano de Museos y Centros Culturales ha puesto su atención sobre la población más joven. En respuesta a esto, para las visitas de escuelas y colegios cada institución ha desarrollado propuestas interactivas para entablar un mejor diálogo con los espectadores. En ese sentido, y por hablar de un par de casos, Abya Yala ha dispuesto la recreación de los modos de vida de los indígenas en una de sus salas, con la participación de guías vestidos como aborígenes y realizando oficios tradicionales de la zona.
El museo Mindalae ha realizado algo similar: durante los recorridos los guías lucirán trajes típicos para que los visitantes comprendan globalmente cómo es la convivencia en la selva.
Según explica Orbe, no es necesario seguir el orden de visitas propuesto por los organizadores. El espectador puede adquirir una entrada única en cualquiera de los museos o en el Jardín Botánico. El recorrido se extiende -entre desplazamiento y observación in situ- por aproximadamente tres horas (en cada lugar se ha dispuesto que los guías muestren las piezas de sus instituciones en un lapso de 30 minutos).