El mundo de los anfibios se instala en el Jardín Botánico

En el Jardín Botánico de Quito se han montado instalaciones interactivas para conocer más sobre las ranas. Foto: Cortesía Paúl Jauregui/EL COMERCIO

En el Jardín Botánico de Quito se han montado instalaciones interactivas para conocer más sobre las ranas. Foto: Cortesía Paúl Jauregui/EL COMERCIO

En el Jardín Botánico de Quito se han montado instalaciones interactivas para conocer más sobre las ranas. Foto: Cortesía y Patricio Terán/EL COMERCIO

Para los amantes de los animales y de los misterios de la naturaleza, Global Show presenta ‘Anfibia’, una exposición que mezcla al arte con la ciencia y la tecnología, e introduce al universo de las ranas.

Desde el 30 de septiembre hasta el 6 de diciembre las 2,8 hectáreas del Jardín Botánico se convertirán en un bosque andino. En él se esconderán los secretos de las 572 especies de ranas que habitan en Ecuador.

Los participantes vivirán siete momentos que despertarán los cuatro sentidos: la vista, el oído, el tacto y el olfato.

Durante el recorrido por el mundo de los anfibios se observarán ranas que brillan en la noche, siete especies diferentes, esculturas de luz, animaciones, hologramas, ranas humanizadas como sopranos y tenores, experiencias de realidad virtual, entre otros elementos lúdicos.

En la exposición aprenderán sobre la metamorfosis, el desarrollo temprano y características biológicas de los anfibios .

“Con el arte queremos que la gente tenga un cambio de paradigma sobre cómo conectarse con la naturaleza”, dijo Paul Jauregui, el artista de la exposición y herpetólogo aficionado desde los cinco años.

Cada estación permitirá reflexionar sobre la importancia de proteger a estos animales, el rol que cumplen en la naturaleza y en los ecosistemas.

Para Jauregui, uno de los hechos más fascinantes sobre las ranas es que son animales que llevan en la Tierra más de 250 millones de años y, hasta ahora, no han mutado. Han sobrevivido a los dinosaurios y a otros cataclismos de la historia geológica del planeta. “Son seres muy sabios”, agrega Jauregui.

Los anfibios son un valioso termómetro del ecosistema y altamente vulnerable a la degradación de sus hábitat. Alertan al ser humano de cualquier cambio en la naturaleza como el calentamiento global.

Además son animales que poseen cualidades medicinales en las secreciones de sus pieles. Tal es el caso de la Epipedobates anthonyi, de la cual se extrajeron moléculas que han reemplazado a la morfina.

Las 300 ranas vivas que se podrán ver son nativas de los Andes, de Quito y del Chocó ecuatoriano. Una de ellas es la única rana andina marsupial: Gastrotheca riobambae. Los especímenes han sido adquiridos del Zoológico de Guayllabamba y del centro Wikiri.

La entrada a la exposición para mayores de 12 años cuesta USD 10. La tarifa preferencial está en USD 5. Los martes, miércoles y domingos las puertas del Jardín Botánico estarán abiertas desde las 10:00 hasta las 22:00. Los jueves, viernes y sábados el horario será desde las 10:00 hasta la medianoche. El objetivo de ‘Anfibia’ es crear conciencia y educar a los visitantes sobre la importancia de los anfibios.

Suplementos digitales