El río Santiago es una de las fuentes de agua contaminadas en Esmeraldas.Foto: Valeria Sorgato / EL COMERCIO
Adamary tiene 15 años y cada vez que se sumerge en las turbias aguas del río Santiago, en la provincia de Esmeraldas, su rostro se llena de granos. Son granos bravos, como dicen los vecinos de la parroquia rural de Colón Eloy del María, del cantón Eloy Alfaro, porque pican y arden, día y noche. La situación recibe más atención en esta fecha, cuando el planeta se prepara para conmemorar el Día Mundial del Agua (22 de marzo).
En el 2013, el exsecretario Nacional del Agua, Jorge Jurado, publicó un estudio en que aseguraba que el 65% de los ríos de Ecuador, por debajo de los 2 000 metros sobre el nivel del mar, estaban contaminados, con aguas no aptas para consumo humano.
Desde hace más de una década, las aguas del río Santiago están contaminadas por aguas residuales y metales pesados utilizados en la minería. Según la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, solo un 3,1% del cantón Eloy Alfaro disponía, en el 2014, de alcantarillado para el manejo de aguas residuales. En una consultoría, del mismo año, de la Pontificia Universidad Católica de Esmeraldas (Pucese) y el Ministerio de Ambiente (MAE), se determinó que en diferentes puntos del río Santiago el nivel de metales pesados (hierro, magnesio y aluminio) excedía los límites naturales.
Las familias del cantón Eloy Alfaro y San Lorenzo utilizan el agua de río para sus quehaceres. Foto: Valeria Sorgato / EL COMERCIO
El río es una de las principales fuentes de agua de los alrededor de 1 400 habitantes de la localidad, dedicados en su mayoría a actividades de extracción de oro, madera y aceite de palma africana. Hace un año, los grifos se secaron porque la bomba del sistema de agua potable dejó de funcionar.
Francisco Castro, alcalde del cantón Eloy Alfaro, dijo que en los próximos 10 días se reparará la bomba. Por ahora, el agua del río Santiago ha sido la lavandería de la localidad, el baño comunitario e incluso, en ocasiones, el agua para cocinar el arroz o la sopa.
Adamary y su familia saben que el río está contaminado y que, si consumen su agua, les dolerá el estómago y les arderá la piel. Cuando no llueve, deben caminar dos horas por el monte retirando las ramas, con la esperanza de hallar un estero de agua limpia.
En Ecuador, las aguas residuales son un problema recurrente. En el país se descargan 2,3 millones de litros diarios de aguas residuales, según la Secretaría Nacional del Agua (Senagua). De acuerdo con un estudio preliminar de esta institución, realizado desde el 2013 hasta el 2015, el 70% de las muestras recolectadas en diferentes cuerpos de agua de todo el país reveló que el recurso hídrico de dichos ríos no es apto para el consumo humano, por lo que debe ser tratado antes de su consumo directo.
Si el agua no se clora o se hierve, el líquido vital se convierte en el causante de enfermedades como diarrea, gastroenteritis, shigelosis y cólera, entre otras. En el 2015, según el Ministerio de Salud, 28 787 personas padecieron, a escala nacional, de diarrea y gastroenteritis por presunto origen infeccioso.
A veces las familias no disponen de recursos para comprar medicamentos que sanarían al enfermo. Tal es el caso de Adamary. El sueldo que recibe su padre por talar la madera no es suficiente para comprarle una crema que le aliviaría la picazón. Su familia, al igual que el 97,1% de la población de Colón Eloy del María, vive sin tener las necesidades básicas cubiertas. La pobreza, en parte, se debe a la falta de agua potable y alcantarillado.
Las aguas residuales no afectan solo a los más pobres sino que llegan a todos los ciudadanos. En el diagnóstico de Senagua se obtuvo que el 63% de las muestras analizadas, a escala nacional, no son aptas para el riego agrícola. “Se conoce que en sistemas de riego como el de Latacunga- Salcedo- Ambato, que utiliza el río Cutuchi como fuente de agua, prácticamente se usan aguas residuales para la irrigación, y después comercializan sus productos en el país”, dijo Diana Ulloa, miembro de la Red Agua Ecuador, una alianza formada principalmente por jóvenes multidisciplinarios que trabajan en temas del agua.
Sofía Ribadeneira, ingeniera ambiental e integrante de la Red, puntualizó que “se requiere concretar acciones entre sociedad civil, industria y Estado para un manejo integral del recurso hídrico”.
De acuerdo con el Código Orgánico de Organización Territorial, los gobiernos autónomos descentralizados municipales son los responsables de brindar los servicios de agua potable y saneamiento a sus habitantes. El alcalde del cantón Eloy Alfaro afirmó que están trabajando en un plan con el MAE para recuperar los ríos polutos del sector. Además, afirmó que en 15 días inaugurarán el sistema de alcantarillado de parroquias como Colón Eloy del María, Selva Alegre, Maldonado, entre otras.