Imagen de archivo del 24 de mayo de 2019 muestra a Mariam la dugongo mientras es atendida por funcionarios del parque y veterinarios del Centro Biológico Marino de Phuket en la isla de Libong, provincia de Trang, en el sur de Tailandia. La cría enferma murió a causa de una infección acelerada por pedazos de plástico que recubren su estómago, dijeron las autoridades el 17 de agosto de 2019. Foto: AFP
Una cría de dugongo, un mamífero acuático amenazado de extinción parecido a los manatíes, murió este 17 de agosto del 2019 en Tailandia debido a una infección agravada por plástico que había ingerido, lo que ha consternado a miles de personas en las redes sociales.
Mariam, una dugongo (“Dugong dugon”) de ocho meses rescatada el pasado abril del 2019, falleció después de que veterinarios la trasladaran a un estanque especial cuando su estado se deterioró en la isla de Libong, en la provincia de Trat (suroeste), informaron fuentes oficiales.
En la foto del 17 de agosto de 2019, Mariam la cría dugongo acostada en un contenedor después de su muerte en el parque marino de la provincia de Trang. Foto: AFP / Departamento de Parque Nacionales, Vida silvestre y Conservación de plantas (DNP)
Los dugongos, como los manatíes, pertenecen al orden de los sirenios, que no comparten parentesco evolutivo con las focas, sino que sus parientes más cercanos son los elefantes.
“RIP Mariam”, escribió en su cuenta de Twitter el Departamento de Parques Naturales, Fauna y Flora, que más tarde precisó que, según la autopsia, la causa de la muerte es una “infección en la sangre” agravada por plástico en los intestinos.
La cría huérfana de dugongo cuando fue liberada en Tailandia el pasado 24 de mayo del 2019. Video: AFP
Desde que fue rescatada de una playa de la provincia de Krabi (mar de Andamán) el pasado abril, el animal se convirtió en un fenómeno en las redes sociales por las fotos y vídeos que subían los veterinarios que la cuidaban.
El 2018, una ballena piloto falleció debido a la obstrucción que le provocaron 80 bolsas de plásticos que fueron encontradas en sus entrañas en el sur de Tailandia.
Greenpeace ha denunciado que unas ocho millones de toneladas de basura van a parar todos años a los océanos.
En el vertido figuran billones de bolsas o fragmentos de plástico que causan también con periodicidad anual la muerte de miles de ejemplares de fauna marina.