Mudanza histórica para la biblioteca nacional de Grecia

Los bibliotecarios escanean libros recién llegados en la nueva sede de la Biblioteca Nacional de Grecia, en el Centro Cultural de la Fundación Stavros Niarchos, en Atenas. Foto: AFP

Los bibliotecarios escanean libros recién llegados en la nueva sede de la Biblioteca Nacional de Grecia, en el Centro Cultural de la Fundación Stavros Niarchos, en Atenas. Foto: AFP

Los bibliotecarios escanean libros recién llegados en la nueva sede de la Biblioteca Nacional de Grecia, en el Centro Cultural de la Fundación Stavros Niarchos, en Atenas. Foto: AFP

El mayor traslado de libros de la historia de Grecia ha comenzado. Equipados con mascarillas y guantes, los especialistas colocan la valiosa carga en cajas para un viaje histórico al otro lado de Atenas.

Entre enero y abril, la Biblioteca Nacional de Grecia se mudará de sus locales de estilo neoclásico en el centro de la capital a un edificio moderno diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano.

“No es solamente una mudanza, es el inicio de una nueva era”, dice el director de la biblioteca, Filippos Tsimpoglou.

Más de 550 personas trabajaron durante dos años para limpiar, digitalizar, etiquetar y reubicar más de 700 000 libros y manuscritos en el nuevo centro cultural instalado en un espacio de 20 hectáreas frente al mar, que también alberga la Ópera Nacional.

Fueron necesarios ocho años de labor para diseñar y edificar el elegante recinto inaugurado en 2016, que se ha convertido en un lugar de paseo apreciado por los atenienses.

La construcción, que costó cerca de 600 millones de euros (740 millones de dólares) , fue financiada íntegramente por la Fundación Stavros Niarchos, una de las principales organizaciones filantrópicas del país.

En una Grecia azotada por la crisis económica, esa operación no podría haberse llevado a cabo sin fondos privados. El traslado de los libros y manuscritos ya cuesta por sí solo 500.000 euros.

El Estado griego sólo hizo una contribución de unos millones de euros para los gastos relacionados con la Biblioteca Nacional.

“Hacía años que la biblioteca necesitaba espacio”, declaró uno de sus responsables, Chrysanthi Vassiliadou, en una rueda de prensa a principios de febrero.

Fundada en 1832, la Biblioteca Nacional tuvo varias sedes en Atenas: un orfanato, baños públicos, una catedral...

Los turistas toman fotografías frente al edificio histórico de la Biblioteca Nacional de Grecia en Atenas el 7 de febrero de 2018. Entre enero y abril, la biblioteca nacional de Grecia se está moviendo de raíz y rama, fuera de su casa de 100 años en el centro de Atenas y literalmente en el siglo XXI. Foto: AFP

Diez veces más 

Desde 1903, las colecciones se guardaban en una mansión del centro, diseñada por los arquitectos que embellecieron el corazón de Atenas en el siglo XIX. Pero ese edificio, que incluye una magnífica sala de lectura de apenas 80 plazas, no podía renovarse fácilmente, así que hubo que buscar otro lugar.

“La Biblioteca Nacional acoge a unos 20.000 visitantes y 21.000 lectores cada año, unas cifras que podrían multiplicarse por 10” gracias a la mayor superficie del nuevo edificio, dice Vasiliki Tsigouni, responsable de la sala de lectura, que tendrá 400 plazas.

La biblioteca ocupará 22.000 m2. Ahora ofrecerá libros y revistas electrónicas y, por primera vez, prestará obras a los lectores.

El lugar alberga el patrimonio cultural escrito de Grecia. Allí se conservan, entre otras cosas, reproducciones raras de textos homéricos, manuscritos de 1 200 años de antigüedad, mapas, música de la era bizantina, archivos revolucionarios griegos del siglo XIX y notas personales del poeta Dionysios Solomos, autor del himno nacional griego.

“Teniendo en cuenta la producción literaria actual, el nuevo edificio puede responder -a nuestras necesidades- durante al menos 25 años”, asegura Vassiliadou.

Los trabajadores colocan libros raros en cajas en la histórica Biblioteca Nacional de Grecia en Atenas. Entre enero y abril, la biblioteca nacional de Grecia se está moviendo de raíz y rama, fuera de su casa de 100 años en el centro de Atenas y literalmente en el siglo XXI. Foto: AFP

'Estereotipos medievales'

Los libros más raros, algunos de los cuales datan del siglo IX, se colocarán en cuatro sótanos climatizados.

Algunos de los tesoros más antiguos fueron legados por personalidades griegas del siglo XIX, monasterios o incluso miembros de monarquías extranjeras.

Entre esas obras, destaca una crónica de 1674 de Jacques-Paul Babin, un misionero jesuita que viajaba a menudo a Atenas, publicada por el pionero de la arqueología francesa Jacob Spon.

“Es el primer libro sobre Atenas de la época moderna (...), un hito en la historia del redescubrimiento de la ciudad por los europeos en el siglo XVII”, explica Yannis Kokkonas, profesor de bibliografía histórica en la Universidad Jónica. “Hasta entonces, las referencias a Atenas eran vagos estereotipos medievales sobre una antigua ciudad gloriosa caída en ruinas”.

Para Vassiliadou no será sencillo dejar atrás la actual biblioteca. “ Cuando empezó a vaciarse, nos dolió. Trabajamos aquí durante numerosos años, nos identificamos con el edificio ” .

Este será restaurado para albergar los archivos y acoger eventos culturales.

“Estamos impacientes por ver cómo todo este trabajo da sus frutos en los nuevos locales”, asegura Vassiliadou. “Luego volveremos para ocuparnos de este edificio y cerraremos el círculo".

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