La mortalidad infantil cayó en el mundo de modo espectacular en los últimos 25 años, pero no lo suficiente como para alcanzar los objetivos de la ONU, y sigue siendo muy alta en África subsahariana, según un informe publicado el martes, 8 de septiembre, por Unicef, la OMS y el Banco Mundial.
El número de niños que murieron antes de cumplir los cinco años pasó de los 12,7 millones en 1990 a 5,9 millones en 2015. Es la primera vez que esa cifra anual cae por debajo de los 6 millones.
Sin embargo, de acuerdo con el ‘Informe sobre los niveles y tendencias de la mortalidad infantil para 2015’ , a pesar de esa caída de 53% desde 1990, 16 000 niños de menos de cinco años siguen muriendo diariamente. Los avances realizados no permiten cumplir los objetivos de desarrollo sostenible fijados por la ONU y que preveían reducir en dos tercios la mortalidad infantil entre 1990 y 2015.
Las nuevas metas para el período 2015-2030 que está discutiendo la ONU son más ambiciosas: llevar la mortalidad infantil como máximo a 25 niños muertos por cada 1 000 nacimientos.
En particular, los países de África subsahariana siguen teniendo la tasa de mortalidad infantil más alta del mundo: un niño de cada 12 muere allí antes de cumplir los cinco años, doce veces más que en los países desarrollados (donde muere en promedio uno de cada 147) .
Sin embargo, también los países de África subsahariana avanzaron en este terreno en los últimos 15 años y algunos alcanzaron el objetivo de la ONU de reducir la mortalidad en dos tercios respecto de 1990 (Eritrea, Etiopía, Liberia, Madagascar, Malaui, Mozambique, Níger, Ruanda, Uganda y Tanzania) . También es el caso de Camboya y Bangladesh.
El informe destaca asimismo que en este terreno todo se juega inmediatamente después del nacimiento: 45% de las muertes ocurren en los 28 días siguientes al nacimiento, un millón fallece el día mismo del nacimiento y cerca de dos millones durante la primera semana.
Las principales causas de la mortalidad infantil son el nacimiento prematuro, las complicaciones del parto y diversas afecciones, como la neumonía, la diarrea y el paludismo. La malnutrición es un factor agravante en la mitad de los casos.