No hay rastro en Freeman del cansancio de los años, el actor sigue derrochando energía en pantalla. Foto: Archivo AFP
Hace tiempo que su melena y su barba se tornaron grises; posee un Oscar y varios Globos de Oro y tiene a sus espaldas una filmografía de más de 50 títulos. Sin embargo, a punto de cumplir 80 años este jueves 1 de junio de 2017, Morgan Freeman no quiere ni oír hablar de jubilarse.
“¿Jubilarme? ¡Claro que no! No hay nada que me quede más lejos”, dijo durante la promoción de su último trabajo, la comedia de acción ‘Going In Style‘. “Cuando el teléfono deje de sonar para ofrecerme papeles, dirigiré o produciré. De alguna manera, seguiré ahí, aunque tenga que moverme en silla de ruedas“, dijo el veterano astro de Hollywood.
No hay rastro en Freeman del cansancio de los años, el actor sigue derrochando energía en pantalla. Para mantenerse en forma, juega al golf y hace ejercicio en el gimnasio. “Tengo una sala de fitness al lado del dormitorio, así que no me hace falta ni vestirme para entrenar”, apuntaba guiñando el ojo.
Además, “entre el entrenamiento y el golf tengo la suerte de poder pasar el tiempo con una mujer increíblemente atractiva y relativamente joven, más joven que yo en cualquier caso. Y eso revive”, añadía.
Padre de cuatro hijos y ya tatarabuelo, Freeman dejó atrás dos matrimonios. En 2008 se separó de su segunda mujer, Myrna, tras 24 años de casados, y desde entonces nunca revela la identidad de sus parejas.
En lo profesional, el reconocimiento tardó en llegar y hasta que no cumplió los 50 no logró hacerse realmente un nombre en el mundo cinematográfico. Los premios comenzaron a llegar con ‘Street Smart‘ (1987), que le valió la primera de sus cinco nominaciones a los Oscar.
Después, con ‘Driving Miss Daisy‘ (1989), brilló como el paciente chofer de una chiflada señora sureña y se alzó con el Globo de Oro. La Academia de Hollywood volvió a nominarlo por encarnar a un preso en ‘The Shawshank Redemption‘ (1994) y por meterse en la piel del primer presidente afrodescendiente de Sudáfrica, Nelson Mandela, en ‘Invictus‘ (2009).
La estatuilla se la había llevado en 2005 como actor de reparto por ‘Million Dollar Baby‘, de Clint Eastwood, en la que daba vida a un exboxeador en horas bajas. En su prolífica trayectoria figuran además personajes de lo más variopinto: fue sargento en ‘Glory‘ (1989), un viejo gángster en el western de Eastwood ‘Unforgiven‘ (1992), Dios en ‘Bruce Almighty‘ (2003) o el amigo de Jack Nicholson y enfermo terminal de la tragicomedia ‘The Bucket List‘ (2007).
Además, encarnó al avezado Lucius Fox en la saga ‘Batman‘, de Christopher Nolan, a un exmago en ‘Now You See Me‘ y a un investigador en ‘Lucy‘, junto a Scarlett Johansson. Freeman rechaza que lo etiqueten como “actor negro” y ha evitado la cuestión racial incluso cuando encarnó al primer presidente negro -ficticio- de Estados Unidos en ‘Deep Impact‘ (1998).
“No doy vida al primer presidente negro. Doy vida a un presidente que, casualmente, es negro”, afirmó entonces. Prueba de que no piensa jubilarse es lo llena que está su agenda para los próximos meses.
Primero se irá de gira mundial para investigar temas culturales como el amor, la libertad y la fe en la serie documental ‘The Story of Us with Morgan Freeman’ y tiene pendiente de estreno la comedia de acción ‘Villa Capri‘, en la que rivaliza con Tommy Lee Jones en el golf y las mujeres.
Para el 2018 le espera ‘Angel Has Fallen‘, la secuela de ‘London Has Fallen’, en la que en 2016 brilló como un relajado vicepresidente estadounidense que, junto a Gerard Butler como guardaespaldas y Aaron Eckhart como presidente de Estados Unidos, se ve atrapado en Londres en un infierno terrorista.