Los investigadores recogieron en diferentes regiones de España y Canadá moluscos de las tres especies para determinar si un animal estaba enfermo o no. Foto: Wikicommons
Los moluscos pueden contagiarse de cáncer: según informaron investigadores en un artículo que publica este miércoles 22 de junio de 2016 la revista especializada Nature, una enfermedad similar a la leucemia puede ser transmitida de un ejemplar a otro en estos animales.
Incluso es posible que el cáncer se transmita a otra especie diferente. Según los científicos, los resultados de la investigación demuestran que los tumores tienen una notable capacidad de asegurar su propia supervivencia y su propagación.
Un equipo dirigido por Michael Metzger, de la Universidad de Columbia en Nueva York, investigó detalladamente tres especies de moluscos: el mejillón del Pacífico norte (Mytilus trossulus), el berberecho común (Cerastoderma edule) y la almeja dorada (Polititapes aureus).
El cáncer se manifiesta en estos animales con un exceso de células grandes mutadas en el sistema circulatorio. La hemolinfa -una mezcla de células sanguíneas y líquido linfático- de los animales enfermos tiene un aspecto espeso e opaco; células cancerígenas van obstruyendo cada vez más el tejido de los animales.
Los investigadores recogieron en diferentes regiones de España y Canadá moluscos de las tres especies para determinar si un animal estaba enfermo o no. A continuación, los investigadores analizaron el material genético de las células cancerígenas y del tejido normal.
De esta manera comprobaron que determinadas características genéticas en el tejido mutado no coinciden con las de un tejido sano. Sin embargo, en los tumores de diferentes animales detectaron las mismas características.
Esto permite concluir, según los investigadores, que las células cancerígenas pueden ser transmitidas de un animal a otro. En la almeja dorada incluso encontraron en sus células cancerígenas la firma genética de otra especie, la almeja babosa (Venerupis corrugata), a pesar de que aún no se ha detectado el cáncer en los animales de esta especie que viven en libertad.
No se descarta que a lo largo de su evolución la almeja babosa hubiera encontrado una vía para combatir el cáncer que se habría trasladado a otra especie. “Los resultados de nuestros experimentos sugieren que la transmisión de células cancerígenas contagiosas es un fenómeno muy extendido en el entorno marino”, escribieron los investigadores.
Generalmente, un tumor está limitado a una sola especie y su transmisión de una especie a otra es la excepción, según las investigaciones realizadas hasta ahora, señalaron los expertos. En total se conocen hasta ahora ocho líneas de transmisión de cáncer en animales: una en perros, dos en el demonio de Tasmania -un marsupial- y cinco en cuatro especies de moluscos.
La investigadora Elizabeth Murchison, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), escribió en un comentario sobre el artículo en Nature que cabe preguntarse si la capacidad de células cancerígenas de convertirse en agentes infecciosos libres también puede darse en seres humanos.
Hasta el momento, la transmisión de cáncer de un ser humano a otro solo se ha constatado en casos excepcionales, por ejemplo después del trasplante de órganos o durante el embarazo.
Murchison subraya que siempre se trata de casos especiales que además nunca han ido más allá de las dos personas afectadas. No obstante, “el riesgo de cáncer es algo congénito en organismos pluricelulares y la fuerza motriz fundamental evolucionaria de esta enfermedad no respeta fronteras individuales, ni siquiera las fronteras entre especies“, concluye la investigadora.