Fotografía tomada por el Chang’e-4 y facilitada por la Administración Nacional del Espacio de China (ANEC) que muestra el vehículo Yutu-2 en la cara oculta de la luna el 3 de enero de 2019. Foto: EFE
El vehículo lunar Yutu-2 se desprendió de la sonda espacial china que alunizó el jueves, 3 de enero del 2018, en el lado oculto de la Luna, indicó este 4 de enero del 2018 la agencia espacial del gigante asiático, celebrando la etapa como “un gran paso para el pueblo chino”.
El módulo de exploración Yutu-2 (‘Conejo de Jade-2‘) circuló por la superficie lunar a las 22:22 del jueves (09:22 de Ecuador), unas 12 horas después del alunizaje de la sonda Chang’e-4, indicó la agencia.
La Administración Espacial Nacional de China (CNSA) divulgó una foto tomada por la sonda en la que se ven dos rampas y el vehículo lunar partiendo, pero no precisó cuán lejos llegó el mismo.
China invierte muchísimo dinero en su programa espacial, dirigido por los militares. Ha colocado satélites en órbita para desarrollos internos (observación de la Tierra, telecomunicaciones o el sistema de geolocalización Beidu) o para otros países, y tiene como meta tener una estación espacial habitada para 2022 y eventualmente enviar astronautas a la Luna.
Esta es la segunda vez que China envía un módulo para explorar la superficie lunar después del Yutu (‘Conejo de Jade’) en 2013, que permaneció activo durante 31 meses.
La separación del vehículo de la sonda fue sin contratiempos, dijo Wu Weiren, miembro del equipo que desarrolló el proyecto.
“Aunque este fue un pequeño paso para el rover (vehículo todoterreno), creo que es un gran paso para el pueblo chino”, dijo en una entrevista difundida por el canal CCTV. Ninguna sonda ni ningún módulo de exploración se había posado nunca antes en la superficie de la cara oculta de la Luna.
Uno de los mayores desafíos es lograr comunicarse con el robot lunar. Como la cara oculta de la Luna está orientada en sentido opuesto a la Tierra, no hay una “línea de visión” directa para transmitir señales, salvo que se instale un repetidor.
La foto del módulo fue enviada a través del satélite Queqiao, que fue lanzado a la órbita lunar en mayo para poder comunicar desde la Tierra con la sonda y el módulo.
El Chang’e-4 llevará a cabo estudios sobre radiofrecuencias bajas, el cultivo de tomates en otros planetas y los recursos minerales, entre otras cosas. El módulo analizará minerales y medirá radiación, añadió la CNSA.
Pekín planea enviar otra sonda lunar, Chang’e-5, este año para recoger muestras y traerlas a la Tierra.
China también ambiciona desarrollar una lanzadera reutilizable para 2021 y un cohete superpotente capaz de repartir cargas más pesadas que las que son capaces de gestionar la NASA y la firma privada SpaceX, y disponer de una base lunar, una estación espacial habitada y un módulo de exploración en Marte.