En la comuna tsáchila Chigüilpe se desarrolló una campaña llamada Ama Tsáfiki con exreinas, modelos y cantantes de la provincia, que promociona a la nacionalidad. Foto: Archivo Particular
Las modelos con larga trayectoria o las jóvenes que incursionan en esta actividad de a poco adaptan sus prácticas dentro de entornos más naturales y fuera de lo cotidiano.
En Santo Domingo, las sesiones fotográficas o modelajes dentro de las comunas de la nacionalidad Tsáchila son cada vez más frecuentes.
En cada cita itinerante, las modelos tratan de acoplar sus ensayos a estilos que vayan a tono con las costumbres y tradiciones de esta nacionalidad.
Por ejemplo, a las mujeres de la etnia les piden con anticipación que les confeccionen las faldas (tunan en el idioma tsáfiki) acorde con sus medidas.
El día de las prácticas, o sesiones gráficas, ellas visten ese accesorio multicolor y eso para las mujeres de la nacionalidad es un signo de que sus tradiciones trascienden entre los mestizos.
Lorena Aguavil recuerda cuando la exreina de Santo Domingo, Patricia Llerena, le encargó una falda de medidas ceñidas y no tan larga. Señala que al principio le resultó un poco extraño confeccionar una tunan de ese tipo, porque por lo general las confecciona con medidas estandarizadas.
El acabado le agradó a Llerena, quien lució la falda durante una sesión de fotos para la campaña Ama Tsáfiki, ama Santo Domingo.
Esto ocurrió el año pasado y fue la ocasión cuando la comuna Chigüilpe tuvo la visita de alrededor de 13 modelos de la provincia. Pero no es la única visita que han realizado.
En la agenda de las candidatas a reina del cantón o de sitios aledaños a Santo Domingo como El Carmen y Chone se hacen expediciones junto al bosque de los poblados tsáchilas.
Es la oportunidad cuando los nativos venden sus artesanías, hechas de semillas, y las jóvenes se llevan un recuerdo para sus ciudades.
El gobernador tsáchila, Javier Aguavil, señala que las modelos ayudan a promocionar sus territorios y costumbres. Dice que el hecho de que en las fotos se muestren las casas ceremoniales o el bosque constituye un ‘gancho’ para atraer a los turistas.