Hoy empieza la última fase de la Misión Manuela Espejo, que busca definir cuántas personas con discapacidad hay en el país.
Un equipo de 133 especialistas en genética, 133 en defectología y psicopedagogía y 15 en neurología, otorrinolaringología y psicología liderarán el primer estudio en Pichincha, provincia en la que concluirá el estudio.A ellos le asistirá una brigada de 100 médicos generales ecuatorianos. Según Gina Balladares, técnica de la Vicepresidencia, en el país no existen especialistas en genética. “Existen 10 como máximo”. El trabajo de los médicos estará acompañado de un contingente de 300 militares. Ellos se encargarán de la seguridad y la logística.
Entre los galenos cubanos está Ladys Padrón, doctora en asesoramiento genético. Para ella, participar en la Misión Manuela Espejo le permite conocer de cerca casos que solo estudió en los libros.
Por ejemplo, en Milagro vio por primera vez a unos hermanos siameses que, por su condición física, tenían discapacidad y no podían ser operados quirúrgicamente para ser separados.
“En Cuba no tenemos esas experiencias, aquí reafirmamos nuestros conocimientos. En lo científico es una escuela. Es una experiencia inolvidable”.
Padrón, con 19 años de experiencia, está desde junio en el país. Fue parte de las brigadas en Los Ríos, Tena, Manabí y Guayas.
La mayoría de los médicos cubanos ya ha participado en los estudios anteriores.
Mercedes Games, jefa de la Misión de Médicos Cubanos, señaló que similares procesos lo han efectuado en Cuba, Venezuela, Nicaragua, San Vicente y Bolivia.
Ana Bertha Sánchez, de 53 años, es doctora en defectología desde hace 32. Ella estuvo nueve meses en Bolivia.
Sánchez llegó a inicios de mes al Ecuador y trabajó en la campaña en Guayas. Lo que le sorprende de Ecuador es la logística y la organización.
No necesitaron ir casa por casa buscando personas con discapacidad, porque los líderes comunitarios ya tienen identificadas a las personas. “Así el trabajo es más fácil”.
A Ernesto López, médico en asesoría genética, le conmociona el estado de abandono social y familiar en el que viven algunas personas con discapacidad en el país.
Cuando inició su labor, en septiembre del 2009, en Esmeraldas encontraron a un adolescente con problemas renales que necesitaba de hemodiálisis. No se la hacía porque no tenía recursos ni familia que lo ayudara.
Gracias a la Misión Espejo, el chico fue trasladado a Quito, donde hoy recibe el tratamiento.
López está sorprendido porque las enfermedades atacan a la población que no tiene recursos para recibir atención médica oportuna, entre ellas cáncer a la piel.
La última fase de la Misión Manuela Espejo fue inaugurada ayer en el Colegio Militar Eloy Alfaro, en Quito. Augusto Barrera, alcalde de la ciudad, puso a disposición del Gobierno, el Centro de Convenciones Eugenio Espejo.
En ese lugar se instalará el puesto de mando central. Allí se recopilará y procesará la información que se obtenga en los diferentes cantones. Mercedes Games explicó la estrategia de trabajo: en la primera fase el estudio se desarrollará en las zonas más lejanas.
Se iniciará por los cantones Cayambe, Mejía, Pedro Moncayo, Rumiñahui, Puerto Quito y San Miguel de los Bancos. Luego se continuará en áreas suburbanas como Calderón, Tumbaco y Cumbayá. La última etapa será en el Centro Histórico de Quito.
En total se conformarán 110 brigadas, de cuatro personas cada una, donde estará un médico, un psicopedagogo y un guía.