La Misa del Gallo varía de la eucaristía tradicional por la hora en que se realiza

Misa de Gallo en la noche de Navidad. EL COMERCIO

Misa de Gallo en la noche de Navidad. EL COMERCIO

En la noche de Navidad, el acto solemne para los católicos es la misa de media noche. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Cuenta una historia que, tras el nacimiento de Jesús, un gallo cantó. Por eso, uno de los actos litúrgicos tradicionales para los católicos en época navideña es la Misa del Gallo. Esta se celebra cada año, a la media noche del 24 de Diciembre y se extiende hasta el 25, fecha en la que se celebra la Navidad.

El padre Froilán Serrano, de la tradicional Iglesia de El Belén, en el centro norte de Quito, explicó la diferencia entre una misa normal y la Misa del Gallo. “La eucaristía o la santa misa tiene su origen en la última cena. Entregando el pan y el vino dijo: ‘hagan esto en mi memoria’ y es así como instituye la santa misa”, contó.

Según Serrano, no hay diferencia en el acto litúrgico entre una misa normal y la del Gallo. Sin embargo, en la noche de Navidad, el acto solemne para los católicos es la misa de media noche. “Esta misa tiene como fin escenificar lo que fue el portal de Belén y el nacimiento de Jesús”, dijo.

La celebración de esta misa, según Serrano, tiene más relación con las zonas rurales que con la urbe, en su origen. Esto porque la misa terminaba cerca de la 01:30. “Quienes venimos del campo sabemos que el primer canto del gallo en el amanecer es entre esa hora y las 02:00. Entonces se le comienza a calificar como la misa del gallo. Pero no hay diferencia en el rito sagrado”, dijo Serrano.

Serrano dijo que, en Quito, sí se celebran estas misas, por ejemplo, en La Catedral de Quito. “Hay gente que sí va a la misa. Pero, al ser a esa hora, es un poco más complicada la asistencia”. Por eso, cada iglesia prepara sus misas para sus feligreses. Por ejemplo, en el Belén, la misa se realiza a las 18:00.

Según el portal web Catholic.net, fue el Papa Sixto III quien introdujo en Roma, la costumbre de celebrar en Navidad una vigilia nocturna, a medianoche, "mox ut gallus cantaverit" (en seguida de cantar el gallo), en un pequeño oratorio, llamado "ad praesepium" (ante el pesebre), ubicado detrás del altar mayor. Una vez que terminaba la misa, en la cual sólo comulgaba el Papa, presidía el solemne oficio de la noche en la Basílica de San Pedro.

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