En el país se regulará la práctica de medicina y saberes ancestrales

El chamán Augusto Calazacón realiza limpias en Santo Domingo de los Tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO.

El chamán Augusto Calazacón realiza limpias en Santo Domingo de los Tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO.

El chamán Augusto Calazacón realiza limpias en Santo Domingo de los Tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO.

Hierbas como la santa­maría, eucalipto, ruda y sauco son emple­adas para hacer limpias. Según la situación del paciente, se pueden emplear un cuy o piedras para tratar de identificar el origen de su mal.

Estas son algunas de las técnicas que utilizan las personas que practican la medicina ancestral en el país.

Carmela Rodríguez tiene 50 años y desde que era niña acude a estos lugares cada vez que siente una dolencia en su cuerpo. El martes y viernes de la semana pasada visitó a un curandero para que le hiciera una limpia y elimine las malas energías de su cuerpo.

“Este tipo de medicina cura problemas que muchas veces desde la medicina tradicional se resta valor, como el mal de ojo”, dice Rodríguez.

Las prácticas de los saberes ancestrales y de la medicina tradicional, como el parto natural y cultural en las casas, el tratamiento con plantas y hierbas, son algunas de las técnicas que el Estado reconoció, a través de la Constitución, desde el 13 de septiembre de 1999.

El Ministerio de Salud (MSP) indica que en administraciones de gobiernos anteriores existieron experiencias diversas a escala nacional para entregar certificados o carnés, sin responder a marcos jurídicos o normativas de regulación.

En el momento, esta Cartera de Estado elabora la ‘Norma Técnica para la Articulación de saberes, conocimientos y prácticas de las parteras ancestrales/tradicionales en el Sistema Nacional de Salud’.

Forma parte de un plan de trabajo que incluye materiales educomunicacionales, como publicaciones sobre plantas medicinales, recetarios de productos locales, testimoniales de hombres y mujeres de sabiduría.

El objetivo es rescatar prácticas, conocimientos y formas de transmisión del saber, así como investigaciones para la recuperación de la medicina ancestral.

En el caso de las parteras o comadronas, el MSP también está elaborando la Norma de Articulación de las Parteras Ancestrales en el Sistema Nacional de Salud.

Este proyecto estará listo en el primer trimestre del próximo año. Además, se darán los lineamientos para el proceso de reconocimiento de las parteras a escala nacional.

“Cabe puntualizar que los criterios propuestos para el reconocimiento de parteras ancestrales no son parámetros biomédicos establecidos desde el MSP, sino parámetros que han sido construidos colectivamente desde las comunidades”, indica el Ministerio.

Además la Dirección Provincial de Salud de Pichincha, a través del Subproceso de Salud Intercultural, realiza la operativización del Parto Culturalmente Adecuado (PCA) con un reconocimiento y recuperación de saberes y prácticas culturales de la medicina ancestral.

Es por ello que las parteras también mantienen relación con algunas unidades operativas del primer nivel de ­atención. Ahí reciben capacitaciones en el reconocimiento de señales de alarma para referencias oportunas en caso de emergencias obstétricas o neonatales.

En partos normales de bajo riesgo, las usuarias pueden estar acompañadas durante el trabajo de parto y posparto por la persona de su elección, sea la pareja, familiar o partera que hayan seleccionado.

Suplementos digitales