Actualmente, el Ministerio de Educación tiene 14 589 funcionarios administrativos. La meta es reducirlos. Así anunció la Cartera del ramo en referencia a los cambios y reestructuraciones que tienen previsto empezar este año.
Alrededor de 2 500 empleados de oficinas serán separados. La fecha tope será marzo. Hasta ayer se planificó suprimir aproximadamente 1 500 partidas en diversas áreas y que no fueron reubicadas en las nuevas direcciones distritales y administraciones zonales.
Tampoco serán renovados los contratos temporales que concluirán en marzo del 2014. El propósito, según la Cartera, es mejorar los procesos internos y automatizarlos para generar un ahorro al Estado que, por ejemplo, podría ser reinvertido en la recategorización de docentes públicos.
“El personal saldrá mediante el mecanismo de supresión de partidas conforme a la Ley y, generalmente, se trata de personal antiguo cuyas funciones ya no corresponden a las necesidades actuales”, explicó el ministro del ramo, Augusto Espinosa.
La reestructuración obligó a crear nuevas dependencias, a cerrar otras y reubicar a sus funcionarios. Habrá nueve coordinaciones zonales, 140 direcciones distritales y 1 117 administraciones de circuito.
Las divisiones sustituirán a las direcciones provinciales de Educación, que se encontraban ubicadas solo en las ciudades. Aunque el proceso empezó este año, el Ministerio buscará consolidarlo hasta fines del 2014.
Uno de los proyectos de este año es la recategorización. En días pasados, el Ministerio publicó en el portal web notas.educacion.gob.ec el borrador de la normativa para el proceso. Esto, con el propósito de que se discuta y aporte con sugerencias y comentarios antes de establecer el acuerdo oficial sobre la temática.
La propuesta consiste en un ascenso excepcional, mediante el cual el docente, por una sola vez en su carrera profesional, puede promoverse de forma acelerada a cualquier categoría superior del escalafón, siempre y cuando cumpla con los requisitos específicos para cada una de ellas.
Este tema ha generado diversos comentarios entre los maestros, pues aseguran que no existe “suficiente capacitación” y temen no poder calificar en el escalafón.