Los restos del escritor Miguel Donoso Pareja son velados en la sala número 5 del Cementerio Parque de la Paz de Guayaquil, en donde la tarde del martes 17 de marzo serán cremados. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Una docena de discípulos de Miguel Donoso Pareja llegó la mañana de este martes 17 de marzo de 2015 hasta la sala número 5 del Cementerio Parque de la Paz de Guayaquil para expresar su gratitud y decirle adiós al formador de escritores.
Hasta el camposanto llegaron discípulos de distintas generaciones, desde la escritora guayaquileña Gilda Holst, que integró los talleres literarios de Donoso en los años 80, hasta jóvenes que acudieron a sus últimos cursos a finales de la década pasada. Holst destacó la “generosidad” sin límites del autor de ‘Nunca más el mar’ como conductor de escritores, “brillante desde su postura de escritor, lector y crítico”.
Donoso Pareja falleció este lunes (16 de marzo) en Guayaquil a los 82 años a causa de una afección pulmonar y tras padecer la enfermedad de Parkinson por cerca de 15 años. Los restos del autor serán velados hasta la tarde de este martes cuando serán cremados en el camposanto.
Miguel Antonio Chávez, escritor guayaquileño que acudió a los talleres de Donoso a finales de los 90, resaltó la faceta de ensayista del autor, que abordó prácticamente todos los géneros y escribió ensayos críticos como ‘Ecuador identidad o esquizofrenia’.
Chávez, para quien el taller templó y encausó su vocación, indicó que en el caso de Donoso el rol de tallerista trascendió la obra literaria.
Asà fue la vida de Miguel Donoso Pareja
Miguel Donoso Pareja nació en Guayaquil el 13 de 1931. De padre quiteño y madre guayaquileña, hermana de Alfredo Pareja Diezcanseco; su tío fue su gran referente literario. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Desde sus años de juventud ya militó en la izquierda. En 1963 terminaría exiliado en México, luego de haber estado preso aquí en el país. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Durante varios años viajó en barcos mercantes; el mar fue una presencia muy importante en su vida. De hecho, su último deseo fue que sus cenizas fueran esparcidas en el mar; su familia cumplirá con esa petición. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
En su época mexicana, Miguel Donoso Pareja es el que aparece con el cigarrillo en la boca; una foto con sus amigos, entre ellos: el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (de boina) y el chileno José Donoso, junto a él (abajo y con lentes). Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
En esta imagen se lo puede ver junto a su hijo Miguel Donoso Gutiérrez, fruto de su matrimonio con la pintora fluminense (oriunda de Babahoyo) Judith Gutiérrez, con quien vivió en México. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
A su regreso a Ecuador montó sus talleres literarios; esta imagen es presumiblemente de una reunión con sus talleristas de Quito. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Un reencuentro con sus talleristas mexicanos, en ese mismo país, en el que Miguel Donoso Pareja es recordado gratamente por su aporte a la formación de escritores. Juan Villoro es uno de sus talleristas más destacados (a la derecha, con barba). Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Con Isabel Huerta, su segunda esposa, a quien conoció en la Casa de la Cultura y quien lo acompañó hasta sus últimos días. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
En el 2005 en un encuentro junto a escritores cuencanos. De izquierda a derecha: Efraín Jara Idrovo, María Eugenia Vintimilla, Jacinto Cordero y Miguel Donoso Pareja. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
El presidente Alfredo Palacios le pone la condecoración del Premio Eugenio Espejo, que le fue otorgado el año 2007. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
En la última presentación de un libro suyo a la que asistió en el 2012; luego el Parkinson lo mantenía casi permanentemente en su casa de Guayaquil. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Casi hasta el final de su vida, Miguel Donoso Pareja mantuvo sus talleres literarios, aunque se movía y hablaba con dificultad. Esta foto data del 2013.
De fondo un retrato suyo de joven. Su casa estaba llena de cuadros. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
“Hay una vasta cantidad de su obra que creo que aún no ha sido del todo analizada, debatida, ponderada. El mejor homenaje que se le puede hacer es leer y descubrir esas obras”, indicó Chávez, que describió al autor de ‘Henry Black’ como un personaje de gran sentido del humor, con un temperamento a ratos duro, con el que tuvo incluso discrepancias.
El actor teatral y payaso clown Damián Matailo, que también fue tallerista de Donoso Pareja, comparó al mentor con un abuelo riguroso y regañón al que no se podía dejar de querer.
“De cuatro hojas de un cuento nos señalaba una única línea como válida, había que echarle abono a esa línea”, contó con una sonrisa Matailo. “Lo mejor que me enseñó Miguel a mí fue a leerme, como si el texto no fuera mío y a escribir con honestidad”.