La pandemia de covid-19 puede dejar secuelas en la salud mental. Miedo irracional, ansiedad y trastornos obsesivos compulsivos pueden presentarse. Foto: REUTERS.
Aunque ya se habla de la ‘coronafobia’, este término aún no consta en los manuales de salud mental internacionales. Para que ello suceda, se deberán hacer muestreos y pruebas de ensayo clínico. Sin embargo, son reales el miedo y la ansiedad que provoca el coronavirus. Mantenerse informado por fuentes oficiales y ocuparse del bienestar físico y mental ayudarán a no caer en fobias u otros trastornos del comportamiento.
“Antes de entrar a la fase 1 (la primera de desescalada en España), había personas que decían que no querían salir a la calle. Temen que pueda haber un contagio, temen morirse de una forma tan mala como le sucedió a mucha gente”, cuenta María del Pilar Berzosa, ,psicóloga clínica y de la salud del Centro Sicológico Intelecto y profesora en la Universidad Internacional de La Rioja.
¿Es el miedo una emoción natural?
El miedo, explica la sicóloga, es natural y necesario. “Nos ayuda a la supervivencia, nos ayuda a poner precaución“, explica. El problema aparece cuando no se usa el miedo como una herramienta para tomar decisiones que permitan mantenerse a salvo, sino que este se desproporciona causando reacciones irracionales.
Es entonces cuando aparecen las fobias o el miedo exacerbado a algo en concreto. Los trastornos, como el obsesivo compulsivo, también pueden tener lugar. En el contexto del coronavirus, limpiar excesivamente y en varias ocasiones al día puede ser una señal de este tipo de trastorno.
¿Quiénes son más vulnerables a sufrir de ‘coronafobia’?
Las personas más propensas a sufrir de fobia al coronavirus, dice Berzosa, son las que antes de la pandemia eran inseguras y tenían altos niveles de incertidumbre. “Cuando la mente mira desde un punto de vista tremendista, lo que hace es ver siempre el problema. Es como una ansiedad constante que impide dormir, impide tener sosiego mental”, explica la experta.
Esto puede resultar en la negativa para salir a trabajar, hacer compras o relacionarse con los demás. Si esto llega a suceder, es importante que el paciente consulte con un especialista en sicología.
¿Cómo evitar el miedo exacerbado a la covid-19?
En primer lugar, de acuerdo con la docente, hay que convertir el miedo en un motivo para tomar medidas de precaución informadas. “Esta es nuestra armadura para que no desarrollemos un proceso fóbico”, asegura.
En segundo lugar, es importante conocer que los niños, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad tienen requerimientos diferentes para manejar el miedo y la ansiedad.
¿Qué medidas se debe tomar con los niños y los adolescentes?
Los niños están supeditados a cómo están los padres. Si los padres están tranquilos, los niños estarán también tranquilos. Por el contrario, si los padres están ansiosos, los niños también se sentirán ansiosos. Entonces, los padres deben buscar orientación. “Los niños tienen una gran ventaja; se adaptan mucho antes a todo, tienen una capacidad enorme de resiliencia“, asegura Berzosa.
Los adolescentes pueden no ser tan vulnerables a desarrollar un miedo excesivo, pues, según la sicóloga, “tienen la característica de que creen que no les suceden cosas”. En este caso, es importante recordarles constantemente las medidas de precaución.
¿Qué medidas se debe tomar con los ancianos?
Las personas mayores, dice la experta, deben sentir dos cosas: que no están solos y seguridad. La soledad es una situación que ejerce mucha tristeza en las personas de la tercera edad, por ello es importante mantenerse en contacto a través de las herramientas tecnológicas si es que no se convive en un mismo espacio. Con respecto al segundo punto, Berzosa explica que los cuidadores deben mostrar actitud de seguridad y deben seguir prácticas de prevención seguras.
¿Qué medidas deben tomar los adultos?
La sicóloga española aconseja que la población adulta lleve una especie de diario en la que se haga una valoración al responder las siguientes preguntas: ¿cómo estoy?, ¿a qué le tengo más miedo?, ¿en qué momentos tengo miedo? y ¿cuál es la vida que puedo hacer?
También se debe mantener la rutina, aunque desde casa, y realizar actividades que ayuden a manejar la ansiedad. Por ejemplo, hacer actividad física, meditar y preservar el sueño. Evitar comer demasiado o tomar en exceso bebidas como el café también es importante.
Una vez que sea permitido, también se debe dar paseos cortos al barrio. Cada día se debe aumentar las distancias para reconocer los lugares y a las personas. “Este tipo de cosas, haciéndolo poco a poco, ayudan a generar confianza”.
Ser flexibles es muy necesario ahora. “Que las personas reconozcan que pasamos una situación anómala, no se puede salir a prisa, hay que respetar cada circunstancia, pero es importante que cada uno tenga la sensación de que va moviéndose”, concluye Berzosa.