Ayer 10 de julio, el médico Washington Toscano fue visitado para conocer la oferta de las pólizas. Foto: Andrés Jaramillo / EL COMERCIO
Luego de casi 18 meses de análisis, los médicos del país comienzan a adquirir pólizas de seguro para ejercer su profesión con mayores garantías.
Estas se convirtieron en una necesidad tras la aprobación del Código Orgánico Penal Integral (COIP), el año pasado, según Alberto Narváez, secretario de la Federación Médica Ecuatoriana (FME). En la normativa se sanciona el homicidio culposo por mala práctica profesional, lo que abre puertas a demandas de tipo penal.
El jueves pasado, la Federación envió una carta a la agencia corredora de seguros Uniteco, que resultó ganadora de un concurso público -donde hubo dos oferentes- para que se iniciara el proceso de información a sus socios y, posteriormente, también el de contratación de las pólizas. Es el segundo gremio que busca sus servicios. En junio pasado también lo hizo la Asociación Nacional de Médicos Rurales (Anamer).
Desde el 1 de junio hasta la fecha alrededor de 80 médicos y odontólogos ya han adquirido la póliza o se encuentran culminando el trámite.
Uno de ellos es Elías Gilces, vocero de Anamer. Él ya terminó su año rural, pero está consciente de que por la naturaleza de su profesión siempre hay un riesgo. “Los familiares de los pacientes no siempre tienen toda la información para juzgar un caso médico”.
Los seguros para Anamer proveen asesoría jurídica a los médicos y el pago de indemnizaciones a pacientes en caso de que se emita una sentencia. También una compensación económica por inhabilitación profesional y asistencia jurídica para demandas contra pacientes, si el médico es agredido.
Parte del convenio es que se mantengan las tasas preferenciales de pago a los médicos rurales incluso cuando ya terminan su año rural. Los médicos que ya contrataron una póliza deben pagar en promedio USD 550 al año, según Gilces.
La oferta de cobertura se hizo con base en un análisis de los riesgos de los galenos y considerando el nivel de atención en el que están. Los médicos rurales, por lo general, atienden casos que no se consideran complejos como problemas en la piel, infecciones gastrointestinales o males respiratorios.
Si hay un caso complejo o grave deben referirlo a los otros dos niveles de atención del sistema de salud pública. En cambio, los médicos de la FME, cuyos socios son cirujanos, gineco-obstetras, internistas, entre otros, se enfrentan a casos donde la vida del paciente puede estar en riesgo.
Por eso hubo un proceso de negociación amplio para llegar a un acuerdo con los montos de pago anual, informó Narváez. Se logró pólizas diferenciadas, según la siniestralidad y la especialidad del asegurado.
El pago anual dependerá del grupo en que el asegurado sea clasificado. Hay una escala del 1 a 6, siendo el grupo 1 el de menor riesgo. Se han establecido tres montos de aseguramiento para la FME: USD 120 000, USD 180 000 y USD 300 000.
El seguro básico incluye defensa legal, pago de indemnizaciones a terceros, indemnizaciones por inhabilitación profesional, defensa para casos de agresiones a médicos por pacientes o familiares de pacientes. También, contrademandas y defensa jurídica de los asegurados en caso de conflicto de intereses entre asegurados y asegurador.
Uniteco responderá con su equipo de abogados y peritos médicos. Tiene su matriz en España y labora desde 1969. A Ecuador llegó el año pasado y se promociona como especialista en seguros de responsabilidad civil profesional médica.
Santiago Zumárraga, su gerente, dice que hasta ahora se ha difundido información a unos 1 300 médicos y se espera que, de forma progresiva, se contraten más seguros.
Los datos más actualizadas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (2013) dan cuenta de que existen 67 505 personas trabajando en casas de salud del país. Ahí se incluyen médicos
(26 000), odontólogos, psicólogos, enfermeras, obstetrices y auxiliares de enfermería.
La cifra, según Uniteco, hace atractivo al mercado potencial ecuatoriano. La proyección es que en los próximos tres años puedan llegar a unos 20 000 médicos en el Ecuador.
La próxima semana se intensificarán los talleres de información. Uno de los más grandes será el martes 14 de julio, en un hotel del norte de Quito. Los contratos de las pólizas se hacen directamente con la empresa aseguradora. Anamer o la FME no reciben dinero.
La firma espera ampliar sus operaciones a otros países de la región cuando logre consolidarse en Ecuador. La póliza que se ha entregado a los médicos rurales dura el año que deben estar en los centros de salud públicos, pero podrá ser renovada de forma automática cuando termine el año rural.
“El ofrecimiento es mantener el mismo costo con el médico hasta que cambie de especialidad y asuma otro nivel de riesgo”, comentó Zumárraga.
En el Ecuador ya existían pólizas de responsabilidad civil médica, pero solo individuales, lo que encarecía el costo de la prima. Es la primera vez que se logra convenios con gremios médicos, lo cual ha permitido mejores condiciones
de negociación. “Los afiliados que se encuentren al día en su cotización mensual pagarán el 25% menos que los no afiliados”, señaló Narváez. “El próximo paso es luchar para que los empleadores (clínicas) paguen el 70% de los montos”.