Mateo Kingman, autor del tema Último aliento. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Ecuador y Argentina comparten una experiencia musical y cultural a través de un proyecto colaborativo entre Mateo Kingman y Gustavo Santaolalla, y que se materializa en una canción bautizada Último aliento. El tema es parte del nuevo álbum del artista ecuatoriano que estará disponible desde el próximo 26 de julio, en tres formatos.
“Escribir esta canción fue como dejar salir toda la música latinoamericana que me ha influenciado y de la cual Gustavo es responsable en gran medida”, dice Kingman sobre un tema de sonidos melancólicos, cuyos versos nacieron a orillas del río San Pedro, en Tumbaco.
Último aliento es una pieza clave en la narrativa musical de ‘Astro’, el segundo álbum de Kingman, estructurado como la expresión musical de un viaje introspectivo y concebido bajo la idea del eterno retorno.
“La canción habla del momento más profundo del disco, cuando atraviesas el último portal del viaje para encontrarte contigo mismo, con tu luz, esencia y misterio. Habla de la muerte como nacimiento y viceversa”, dice el autor, que también deja en la canción un homenaje a la memoria de su abuelo, quien falleció mientras se escribía el tema.
“Que mi espíritu se entregue. Sea mi sangre la que riegue las tierras. Que mi cuerpo se haga estrellas, que se haga luz en la niebla”, se escucha en unos de los versos interpretado junto al músico, productor y compositor argentino, que ensalza esta canción con las cuerdas de su ronroco, convertido en su firma musical.
“Conocí a Gustavo en México. Él había conectado con mi primer álbum (‘Respira’) y cruzamos cortas, pero poderosas palabras. Después de ese encuentro siento que nos quedamos conectados energética y musicalmente”, dice Kingman sobre el encuentro con el ganador de dos Premios Oscar, durante la Feria Internacional de la Música, en el 2016.
Video: YouTube, cuenta: Mateo Kingman
Creativamente, los caminos de Kingman y Santaolalla se cruzan en esa idea de reencontrarse con las sonoridades tradicionales de América Latina, que se renuevan en la fusión de otros estilos musicales.
El reencuentro de los dos artistas latinos se produjo a mediados de febrero, en Buenos Aires, donde se filmó el video de Último aliento.
Con la dirección de Ana Cristian Barragán y la fotografía de Simón Brauer, la coproducción entre Ecuador y Argentina pone en imágenes la idea de dos cuerpos, que pertenecen a distintas generaciones, que mueren y renacen en un espacio sin tiempo, a las puertas de un ciclo espiritual perpetuo.
El video y la canción están disponibles en los canales digitales del artista ecuatoriano.