Maroon 5 dejó en Quito su música y camaradería

La agrupación Maroon 5 visitó por primera vez a Ecuador y durante el concierto aseguró que volvería a presentarse en un futuro. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La agrupación Maroon 5 visitó por primera vez a Ecuador y durante el concierto aseguró que volvería a presentarse en un futuro. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La agrupación Maroon 5 se presentó por primera vez en Ecuador,  la noche del 1 de marzo del 2018, en Quito. Fotos: Vicente Costales / EL COMERCIO

La noche del 1 de marzo quedará grabada en la memoria de los fanáticos de Maroon 5. Su primera presentación en Ecuador se llevó ovaciones del público y la banda demostró que los hits musicales se hacen con química entre los integrantes.

Se destacaron momentos de la noche como el duelo entre la guitarra de James Valentine y la voz de Adam Levine, un juego que entre imitación y reto demostró la versatilidad y habilidad de los artistas con sus instrumentos musicales y sobre todo el juego con el que disfrutan de su propia música. Levine salió vencedor y festejó acotando que no suele suceder muy a menudo.

La banda inició su repertorio con éxitos como Moves like Jagger, This Love y Harder to Breath, un paseo por las canciones que hicieron famosa a la banda. Además de permitir a Levine demostrar sus falsetos. Aunque el artista recalcó que se sentía afectado por la altura, su voz se mantuvo limpia y fiel a sus grabaciones originales.

Levine habló poco con el público, pero cuando lo hacía era clave para levantar a su séquito de seguidoras que se perdían entre gritos. “La próxima vez que vengamos, acá, nos quedaremos mas días para acostumbrarnos a la altura, es bastante alto aquí”, rió el artista tambaleándose. “Pero las buenas noticias son que volveremos aquí por que ustedes son increíbles, es una locura. Gracias por estar aquí, es grandioso sentirse querido estando tan lejos de casa”.

Maroon 5 es conocido como máquina de éxitos y eso se nota cuando el disco ‘Red Pill Blues’ que da nombre a la gira ya se convierte entre los favoritos del público. De este álbum sonaron temas como Wait, I Don’t Wanna Know y What Lovers Do, levantando el ánimo del público.

Levine recibió constantes regalos del público, pero se quedó solo con una pequeña bandera de Ecuador, mientras la colocaba en el escenario repitió que sentía que era una locura estar por primera vez en el país.

La agrupación californiana tocó durante una hora y cuarto en el Estadio Olímpico Atahualpa en un show pulido que destaca la destreza de la banda en las giras. Puesto que a pesar de estar acostumbrados a presentarse frente a grandes aforos no pierden la esencia de mostrar la música simple y directa. Levine presentó una versión íntima de She Will Be Loved con una guitarra clásica en manos de Valentine. Así mismo, llamó a todos los miembros de la banda para que dejen sus instrumentos y canten junto a él. Jesse Carmichael en los teclados, Mickey Madden en el bajo, Matt Flynn en la percusión, PJ Morton en los teclados y voz y Sam Farrar en el bajo se unieron a Levine y Valentine para prestar sus voces al sencillo Payphone. La pequeña introducción acapella marcó una de las canciones más vitoreadas de la noche.

Aunque recorrieron todos sus discos, el tiempo se quedó corto para la lista de éxitos que tiene la agrupación. La banda se despidió de Quito pasadas las 22:00 con Sugar, una canción que hizo vibrar el estadio.

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