Mariquita arlequín gana más territorio en el mundo

La mariquita arlequín no es tan redonda y tiene una letra ‘M’ de color blanco en su protórax. Foto: Akihito Tadashima/iNaturalist, Santiago Ron y Henri Herrera/

La mariquita arlequín no es tan redonda y tiene una letra ‘M’ de color blanco en su protórax. Foto: Akihito Tadashima/iNaturalist, Santiago Ron y Henri Herrera/

La mariquita arlequín no es tan redonda y tiene una letra ‘M’ de color blanco en su protórax. Foto: Akihito Tadashima/iNaturalist, Santiago Ron y Henri Herrera/

A pesar de su diminuto tamaño, la mariquita arlequín es considerada una de las 100 especies invasoras más dañinas del planeta. Originaria del este de Asia, ha logrado extenderse por todo el mundo y actualmente se encuentra en Ecuador. Aunque no se conoce cómo llegó al país, poco a poco ha ido ganando más espacio.

Un estudio publicado este mes en PeerJ muestra que los primeros registros de su existencia en el país se publicaron en el año 2012, pero la evidencia en los museos revela que está presente desde el 2004.

Diego Cisneros-Heredia,
autor del artículo e investigador de la Universidad San Francisco de Quito, cuenta que la idea de hacer el estudio surgió en 2015. Mientras llevaba a cabo un trabajo de campo con sus estudiantes, empezó a ver que las mariquitas aparecían con frecuencia en zonas urbanas.

Considerando que es una especie introducida, decidió investigar más sobre el escarabajo, junto con Emilia Peñaherrera, que era su estudiante. Para recopilar datos de diferentes partes del país, los autores se apoyaron en los reportes que las personas les enviaron desde varias provincias.

Cisneros-Heredia, quien también dirige el Museo de Zoología de la USFQ, cuenta que esto les permitió determinar la rápida expansión de la mariquita. Ahora está presente en todas las provincias de la Sierra y sigue avanzando hacia la Costa y Amazonía. Las evidencias sugieren que este insecto pudo llegar al país entre los años 2001 y 2004.

Estudios realizados hasta el 2001 no detectaron a esta mariquita en las zonas donde actualmente habita. El primer registro de la presencia de este escarabajo es del 2004, en Mindo. El segundo es del 2007, en Loja. El investigador explica que la forma en la que se expandió en esos tres años muestra la capacidad que tiene de seguir avanzando por todo el territorio ecuatoriano.

El caracol africano es un invasor en Ecuador. Foto: Akihito Tadashima/iNaturalist, Santiago Ron y Henri Herrera/CDF

No se conoce con certeza cómo llegó este insecto al país. Por un lado, se cree que alguien lo trajo desde Asia y lo liberó en su granja, sin darse cuenta del problema que ocasionaría, o puede haber llegado desde países vecinos. Los primeros registros de la mariquita arlequín en Colombia son del año 2000.

Aunque es conocida por su capacidad para comerse a las plagas de las plantas, esta mariquita afecta a otros cultivos. Con base en la experiencia de otros países, se conoce que puede tener un impacto en la industria frutícola, ya que se alimenta de frutas y las daña.

Otra de las especies invasoras más conocidas en Ecuador es la rana toro. Santiago Ron, curador del Museo de Zoología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, cuenta que este anfibio fue introducido intencionalmente a mediados de los años 80 para la producción de ancas de rana. Los ejemplares se escaparon de los centros de crianza y se empezaron a reproducir en la vida silvestre.

Al momento de su llegada al país, se registró un declive rápido de muchas especies de anfibios nativos. Una de las razones para esta disminución de las poblaciones se ocasionó por una enfermedad que es asociada a las ranas toro.

Al igual que el anfibio, el caracol gigante africano fue introducido intencionalmente al país para extraer su baba y venderlos como escargots. Para Cisneros-Heredia, no se tomó en cuenta que es una especie “extremadamente invasiva”.

Este animal afecta a los cultivos agrícolas. Está presente en las islas Galápagos. Es vector de enfermedades de cultivos y hay pruebas de que pueden sofocar a los pichones.

Suplementos digitales