Las marimbas se construyen con madera antigua

Manuel Calazacón toca la marimba en la comuna Chigüilpe. Él es uno de los tres tsáchilas que las construye. Foto: Juan Carlos Pérez/ EL COMERCIO.

Manuel Calazacón toca la marimba en la comuna Chigüilpe. Él es uno de los tres tsáchilas que las construye. Foto: Juan Carlos Pérez/ EL COMERCIO.

Manuel Calazacón toca la marimba en la comuna Chigüilpe. Él es uno de los tres tsáchilas que las construye. Foto: Juan Carlos Pérez/ EL COMERCIO.

La marimba, el bombo y el palo de lluvia son la esencia para las melodías autóctonas de la nacionalidad Tsáchila. Los tres instrumentos guardan una estrecha simetría por ser el resultado de árboles y troncos que hay en la selva de sus territorios.

Los tsáchilas las construyen a base de técnicas artesanales, en las que emplean el machete, el caucho y la fibra del abacá para los acabados. De todos estos componentes, la marimba es a la que más paciencia le ponen, porque su construcción es un poco compleja.

Por ejemplo, el pambil (de donde salen las teclas) debe tener al menos unos 10 años de existencia, “porque entre más vetusto mejor es el sonido que se obtiene”, explica Agustín Calazacón.

La antigüedad del palo se define en función de los años que tenga una casa, pues la materia prima sale de los pilares de las viviendas que se reemplazan por nuevas.

Calazacón es uno de los pocos constructores del instrumento que quedan en la etnia. Para desarrollar esta habilidad se requiere de experiencia, buen oído y creatividad.

Para lograr la forma de su más reciente marimba, de 12 teclas, tardó un mes debido a que no encontraba el pambil que se ajustara a las exigencias de un buen sonido.

Pudo hacerlo luego de que en su comuna Chigüilpe se demolieron unos viejos centros ceremoniales, de ahí extrajo maderos con más de 30 años de existencia.

La caña guadúa es otro complemento. Sirve para generar resonancia cuando el pambil entra en contacto con una madera similar.

En las marimbas se usan trozos de ese material, con extensiones que van de 5 a 10 cm. Con la estructura y los demás componentes, esta alcanza una dimensión de 4 metros de largo.

Manuel Calazacón, otro constructor, comenta que cada instrumento se procura elaborar al pie de la naturaleza para obtener las buenas energías de los dioses.

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