Un libro revela que al morir Marilyn Monroe estaba 'físicamente destrozada'

Las fotos muestran al ícono de Hollywood tomando sol en la playa. Foto: George Barris/ Wikicommons

Las fotos muestran al ícono de Hollywood tomando sol en la playa. Foto: George Barris/ Wikicommons

Según el texto que se publicará próximamente, los forenses hallaron a la rubia, que murió de sobredosis de Nembutal, físicamente destrozada y estirada bocabajo en su cama. Foto: George Barris/ Wikicommons

'Pardon My Hearse' es el libro que recoge, con detalles, las horas que antecedieron al entierro de Marilyn Monroe. Es decir, narra, desde la voz de sus testigos oculares, cómo lucía el 'sex symbol' de Hollywood la madrugada del 5 de agosto de 1962.

Allan Abbot y Ron Hast son los autores de un texto que desmitifica la imagen de uno de los íconos de la belleza en la historia del espectáculo. Según el texto que se publicará próximamente, los forenses hallaron a la rubia, que murió de sobredosis de Nembutal, físicamente destrozada y estirada bocabajo en su cama.

Dailymail.co.uk revela los escabrosos detalles que anuncian el éxito que generará la obra ante los intrépidos e, incluso, morbosos lectores. Abbot recuerda que al ingresar a la habitación de la morgue, en donde el embalsamador conocido como 'Frenchie' trabajaba el cuerpo de la actriz, la escena era escalofriante.

"Cuando corrieron la sábana que la cubría, era imposible creer que se tratara del cuerpo de Marilyn Monroe. Estaba irreconocible. Tenía coágulos de sangre morados en el rostro y su cuello estaba muy inflamado. Su color de cabello original, castaño, empezaba a asomar. No se había depilado las piernas en más de una semana", recoge Daily Mail.

A eso, los responsables del funeral de Norma Jeane Baker Mortenson (nombre original de la artista) añaden que el cadáver carecía de dentadura. También 'descubrieron' que usaba prótesis mamarias para acrecentar sus senos, prótesis que, según Abbot y Hast, estaban sin lavar.

Pero eso no es todo. A la pareja de trabajadores fúnebres parece no habérseles escapado detalle alguno. En el libro publican que en el momento de vestirla tuvieron problemas para conseguir bragas en su armario, ya que no tenía como costumbre usarlas. También confiesan que usaron una peluca rubia, para que el público la recuerde como se había dado a conocer.

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