El disco también tendrá una versión en acetato. La grabación se realizó en La Increíble Sociedad. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
París, dos años atrás. Mariela Condo y Willam Farinango, dos músicos ecuatorianos, se reúnen todas las noches para escuchar música. Oyen a Carlota Jaramillo y al dúo Benítez y Valencia, pero también a los guitarristas Guillermo Rodríguez y Nelson Dueñas.
De esas noches parisinas donde escuchaban música e intercambiaban sus conocimientos sobre los sonidos que han acompañado su andar nació su interés por grabar juntos ‘Al Viento VL1’, el cuarto disco de estudio de Condo.
El resultado de ese trabajo es un disco que estos músicos conciben como un regreso a la raíces de la música ecuatoriana matizado por un trabajo que teje conexiones entre lo popular y lo académico.
Quito, un año atrás. La voz de Condo y la guitarra de Farinango se unen al contrabajo de Rodrigo Becerra, en La Increíble Sociedad (un estudio de música) para grabar, en vivo, la primera parte de esta trilogía musical, que en el futuro explorará los sonidos de la música latinoamericana.
Durante esa grabación suena un albazo, un yaraví, un sanjuanito, un pasillo y un cachullapi y también sonidos tradicionales del Chimborazo y de Esmeraldas. Condo canta en español y quichua temas como Nunca me olvido, Grito del alma, Solo, Bonita guambrita, Amapolita y Curikinki.
Farinango cuenta que la decisión de grabar el disco en vivo respondió a la idea de compartir sus energías con la del público presente. “Las músicas populares -dice- tienen como característica el hecho de ser tocadas entre la gente. En el flamenco, por ejemplo, los gitanos siempre se juntan”.
Con ‘Al Viento VL1’ Condo (Cacha-Puruhá, 1983) también rinde un homenaje a temas y géneros que fueron cultivados por autores como Rubén Uquillas, Ángel Araujo, Nicolás Fiallos, Víctor de Veintimilla o Ulpiano Benítez.
También hay un homenaje para las mujeres y hombres afro e indígenas del país, que mantienen viva la memoria sonora en su vida cotidiana. Por eso, en el álbum se incluyó temas como Canto telemb, una canción inspirada en un pasaje de un documental ecuatoriano, en el cual aparece una mujer afroecuatoriana cantando mientras prepara la comida para el almuerzo.
La grabación del disco fue capturada a través de un registro documental en el cual se refleja el trabajo sy la integración de los músicos con el público. La producción fue realizada por Juan Carlos Proaño, Xavier Chávez e Ivonne Campoverde y será presentado en el OchoyMedio, el 4 de febrero.
Un día después se realizará el lanzamiento en las plataformas digitales y saldrá a la venta el disco físico en acetato cuyo diseño y pintura de portada fue realizado por la artista ecuatoriana Begoña Salas.
La carrera musical de Condo comenzó con la producción de ‘Shuk Shimi, Waranka Shimi’ (Una voz, mil voces) que salió en el 2007; luego grabó ‘Vengo a ver’, 2013 y ‘Pinceladas’, 2015.