La marcha de la comunidad Glbti se realizó en el Centro Histórico de Quito, la tarde del sábado 1 de julio del 2017. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
Luego de casi un decenio de realizarse por las calles de La Mariscal, la marcha del orgullo Glbti de Quito regresó este sábado 1 de julio del 2017 a su ruta tradicional, por el Centro Histórico. Esto fue inspirado en la conmemoración de los 20 años de la despenalización de la homosexualidad.
La marcha se desarrolló desde las 16:00 y se tomó más de una docena de calles de la capital. En la Plaza de Santo Domingo, por ejemplo, lo espectadores estaban parados en los costados de la calle Guayaquil y de la Vicente Rocafuerte viendo a cada grupo que pasó por allí.
A pesar de que en 1997 se despenalizó la homosexualidad en el país, los marchantes sienten que falta mucho camino por recorrer para lograr igualdad de derechos. Por eso salieron a la calle con sus colores, y al ritmo de diversas músicas participaron de una fiesta que visibiliza su lucha y sus peticiones.
Los participantes se encontraron en el Parque Alameda para iniciar el trayecto. Durante todo el día, en ese punto, también se organizó una feria informativa. Cada comparsa demostró su creatividad y alegría con bailes, presentaciones o actividades conjuntas.
Marcha de la comunidad Glbti
La marcha del orgullo Lgbti se realizó en el Centro Histórico de Quito, el sábado 1 de julio del 2017. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
La marcha de la comunidad Glbti se realizó en el Centro Histórico de Quito, la tarde del sábado 1 de julio del 2017. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
La marcha del orgullo Lgbti se realizó en el Centro Histórico de Quito, el sábado 1 de julio del 2017. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
La marcha del orgullo Lgbti se realizó en el Centro Histórico de Quito, el sábado 1 de julio del 2017. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
La marcha del orgullo Lgbti se realizó en el Centro Histórico de Quito, el sábado 1 de julio del 2017. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
Entre los autos que acompañaron a los marchantes estaba un taxi, cubierto por completo de banderas de la comunidad Glbti y globos de los colores en el techo. De la cajuela entreabierta salía la música pop que daba el ritmo de baile de los participantes.
Minutos después pasó un conjunto grande de personas, quienes sostenían por los bordes una bandera lo suficientemente grande como para cubrir toda la calle. Mientras sacudían el manto de colores, ellos gritaban consignas y hacían sentir la presencia de cada grupo de la comunidad.
En la cola de la marcha se ubicaron los carros alegóricos y motorizados más grandes. Pasaron algunas chivas, cada una con banderas y música de fiesta: en la primera sonaba reguetón; en la segunda, tonadas de electrónica; y en la última, temas pop de artistas como Katy Perry o Lady Gaga.
Carla Heredia, ajedrecista ecuatoriana, participó de un segmento del trayecto. Para ella, esta ruta funciona bien para que otras personas se unan, ya que el Centro Histórico es un lugar muy transitado. “Es lindo que la gente se una por la igualdad y la justicia”, afirma al ver lo que fue esta marcha.
Ella está convencida de que falta mucho para que la comunidad Glbti tenga los mismos derechos, pero también reconoce la importancia de que todos se unan para poder hacer “ojalá un jaque mate” a la homofobia y conseguir un país que ampare a todos por igual.
Carla sabe que “los derechos se ganan en la calle” como lo dijo al llegar al Parque Cumandá, donde finalizó la marcha y se realizó el evento festivo. Como ella, la comunidad Glbti y los participantes saben que esa manifestación sirve para celebrar la lucha, el camino y los objetivos de justicia e igualdad. Pero también fue un espacio que buscó generar consciencia -en los asistentes y espectadores- y reflexionar sobre lo que falta por hacer.