La actriz Mara Wilson publicó un artículo en el que habla de su paso por el cine cuando era menor de edad. Foto: Instagram @marawilson
La actriz estadounidense Mara Wilson conocida por su participación en la película ‘Matilda‘ publicó una columna de opinión en el diario The New York Times. En el artículo habla de cómo la industria de entretenimiento sexualiza a las niñas actrices.
Wilson tituló su publicación ‘Las mentiras que Hollywood cuenta sobre las niñas pequeñas’ y en este explica cómo fue su paso por actuación desde que tenía ocho años. Ella recuerda que en su octavo cumpleaños debió celebrarlo en el set de ‘Matilda‘, los nueve en el rodaje de ‘Un simple deseo’ y los 13, aunque le habían prometido que tendría un día libre, pasó atendiendo las preguntas de periodistas por el estreno de la película ‘Thomas y sus amigos’.
Aquel día de entrevistas, Wilson señala que cometió uno de los mayores errores de su vida al explicarle a un periodista lo mal que se sentía. Al siguiente día, en la sección de entretenimiento de un periódico canadiense se escribió que Mara Wilson era una ‘mocosa mimada‘ que se había quejado de su trabajo antes de empezar las preguntas.
La nota, además, describía los oscuros caminos que las estrellas infantiles como Wilson solían recorrer. Y se refería a lo que la actriz ha denominado como ‘La Narrativa‘, la idea de que quien haya crecido en el ojo público tendrá un final trágico.
Sin embargo, la intérprete comenta que sus padres se encargaron de entrenarla para que su vida sea lo más normal posible. Y describe que iba a la escuela pública, compartía la habitación con su hermana menor y era niña exploradora. Además, dice, el dinero que ganó actuando no lo tocó nadie hasta que ella cumplió 18 años.
Considera que estaba rodeada de amor y de la protección de su familia, pero para aquel diario canadiense Wilson ya era considerada de ‘mediana edad’ y estaba arruinada.
La intérprete de Matilda habla de la presión mediática y recuerda como este factor tuvo un efecto desastroso en la cantante Britney Spears. Sostiene que los jóvenes involucrados en la industria del entretenimiento son sexualizados al aparecer en videos provocativos o portadas de revistas.
Al darse cuenta de eso, ella tomó la decisión de no pasar por esa situación. Sin embargo, “ya me habían sexualizado y lo odiaba. Actué principalmente en películas familiares. Nunca aparecí en nada más revelador que un vestido de verano hasta la rodilla. Todo fue intencional: mis padres pensaron que estaría más segura de esa manera. Pero no funcionó”, apunta Wilson.
Asimismo, recuerda que eran el público y los medios de comunicación quienes la acosaban sexualmente. A los seis años le preguntaban si tenía novio o quién le parecía el actor más sexy. Del público recibía cartas y según menciona “era lindo recibir cartas de otros niños que decían estar enamorados de mí, no lo era cuando lo hacían hombres de 50 años”.
“Antes de cumplir los 12 años, ya había imágenes mías en sitios web de fetichismo y en la pornografía infantil. Cada vez, me sentía avergonzada“, sostiene Wilson.
En su artículo empatiza con Spears y dice que con varios episodios de la vida de la cantante se sintió familiarizada. “Las dos teníamos muñecas hechas de nosotras, teníamos amigos íntimos y novios que compartían nuestros secretos y hombres adultos que comentaban nuestros cuerpos. Pero mi vida era más fácil no solo porque nunca fui famosa a su nivel, sino porque, a diferencia de la señora Spears, siempre tuve el apoyo de mi familia. Sabía que tenía dinero guardado para mí, y era mío. Si necesitaba escapar del ojo público, desaparecía, a salvo en casa o en la escuela“.
Mientras que Spears nunca tuvo a quién ocurrir. “Cuando se separó de su marido, se afeitó la cabeza y atacó furiosamente a un coche de paparazzi con un paraguas, ‘La Narrativa‘ le fue impuesta, pero la realidad es que era una madre primeriza que se enfrentaba a grandes cambios en su vida. La gente necesita espacio, tiempo y atención para lidiar con esas cosas. Ella no tenía nada de eso”, afirma la actriz.