Los diseños grandes y adornados disminuyeron con la pandemia. Se prefieren estilos menos vistosos. Foto: Freepik
Durante la cuarentena por la pandemia del covid-19, miles de consumidoras dejaron de acceder a servicios de manicura. Una vez que los salones reabrieron, las tendencias se inclinaron hacia diseños y colores menos llamativos.
Las usuarias de uñas acrílicas enfrentaron un problema a lo largo del aislamiento, al no contar con el conocimiento ni con los implementos para retirarse las extensiones.
Jorge García, técnico de uñas desde hace 20 años, dice que la mala experiencia para quitarse las uñas en casa provocó que muchas usuarias ahora prefieran usar estilos más discretos.
El objetivo es que no haya necesidad de retirarlas si volvieran a cerrarse los centros de belleza. Sin embargo, asegura, ahora también educa a sus clientas sobre cómo quitarlas de forma fácil, segura y saludable para la uña natural.
Pero no solo esto provocó esta nueva tendencia. En general, el cierre de salones de uñas obligó a regresar a lo natural y al cuidado en casa. La compra de implementos de manicura y las búsquedas en internet sobre diseños aumentaron.
Después, las restricciones a la movilidad y a las reuniones ocasionaron que se pase más tiempo en la vivienda, por lo que se redujo la necesidad de usar colores y creaciones atrevidas o festivas.
“Al principio, lo primordial era arreglarlas. Tener las uñas lindas tiene un papel importante en cómo te sientes en el día a día”, asegura García.
Para ello, cuenta, se usaron esmaltes en polvo con vitaminas, que ayudan a fortalecer la uña y la sostienen en el proceso de crecimiento.
La desinformación también jugó en contra de las uñas largas. Se dijo que en estas se podría acumular suciedad, virus y bacterias, entre otros.
Mery Alomoto, técnica con 26 años de experiencia y dueña de Uñas Acrílicas El Bosque, dice que la afirmación anterior es falsa.
El proceso de higiene común al momento de lavar las manos con jabón es suficiente para mantenerlas limpias.
Muchas clientes todavía prefieren llevar sus uñas naturales o acrílicas cortas, con colores similares al natural o pasteles. Los rosados, lilas y celestes son los más populares.
El ejecutivo o francés se mantiene como uno de los clásicos y favoritos de siempre. Luce en cualquier contexto.
En acabados, se está dejando el brillo de lado por efectos mate o ‘velvet’.
Las usuarias han regresado poco a poco a los estilos que llevaban antes de la pandemia, de acuerdo con Alomoto. Lo hicieron especialmente en la época de Navidad y Fin de Año. Tanto García como Alomoto cuentan que se usaron colores con mucha luz, como el dorado y el rojo, y diseños que hacen alusión a esas fechas, como estrellas o copos de nieve, árboles y más.
“En enero, la gente va a volver a colores más claros, fáciles de disimular, cubrir y manejar. Aunque se las lleve un poco más largas, se mantendrá lo natural por la incertidumbre sanitaria que aún existe”, menciona García.