La curiosidad no solo puede matar al gato sino que a veces también hace aparecer un conejo del sombrero. Así es como la magia despierta la curiosidad pero también juega con ella en un acto capaz de engañar a los sentidos de los espectadores más aguzados.
Aunque una gran parte del ilusionismo se ha trasladado al cine y a la televisión, en Quito aún hay espacios en los que la magia se convierte en un espectáculo íntimo que acerca al ilusionista a su público.
Aprovechando las vacaciones y enfocándose en el público más joven, durante todos los fines de semana de agosto un grupo de los mejores exponentes de este arte participará en el I Festival de Magia para Guaguas. Las funciones empiezan a las 11:30, en la sala de teatro El Triciclo, ubicada en el segundo piso de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
En este tipo de espectáculos y a diferencia del cine y la televisión el público ha dejado de ser un simple espectador para convertirse en asistente y protagonista en cada nueva rutina.
Por años, el fiel secreto de los trucos ha sido parte del encanto de la magia. Pero no solo es el misterio que rodea al truco sino la cercanía con el público la que incrementa la expectativa y el deseo de los admiradores de este arte por descubrir el codiciado ‘secreto’.
Pero sencillos o complejos, cada truco de magia requiere de un proceso de aprendizaje que se perfecciona con la práctica.
El mago Isaac ha querido revelar un par de secretos y compartir la técnica de una rutina de magia. Los trucos también son parte de un taller de magia con cuerdas, varas y pelotas, que tiene una duración de tres meses con clases prácticas todos los lunes (más información: 0996052059).