El cielo nocturno de este sábado 12 de abril ofrecerá un fenómeno astronómico doble: la luna llena de abril, también conocida como luna rosa. Esto coincidirá con el apogeo de la órbita lunar, generando una microluna. El evento alcanzará su punto máximo de iluminación a las 20:22 horas (ET), según datos confirmados por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
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La microluna se caracteriza por ocurrir cuando la luna llena se encuentra en el punto más alejado de la Tierra. Esto reduce su tamaño y luminosidad perceptible desde la superficie terrestre. En esta ocasión, el satélite natural estará a aproximadamente 251 mil millas (403 mil kilómetros) del planeta. Esta distancia provoca una apariencia hasta un 14% más pequeña y un 30% menos brillante que la de una superluna, según explicó la NASA en su sitio oficial.
A pesar de su denominación popular, la luna no adquirirá un color rosado. El término luna rosa proviene del florecimiento estacional de una planta silvestre nativa de América del Norte conocida como “phlox subulata”. Este tipo de luna llena también recibe nombres tradicionales en distintas comunidades indígenas por su coincidencia con cambios estacionales.
¿A qué hora se verá la luna rosa en Ecuador?
La observación de la luna rosa en Ecuador comenzará cerca de las 18:00, de este sábado 12 de abril, según el Observatorio Astronómico de Quito.
De acuerdo con USA Today, la luna llena será visible durante toda la noche, aunque alcanzará su punto de mayor iluminación a las 20:22 (ET). El fenómeno podrá observarse a simple vista, siempre que las condiciones atmosféricas lo permitan. Esta será la primera luna llena de la primavera boreal y una de las más distantes del año, motivo por el cual es catalogada como microluna.
¿Qué es una microluna y por qué se produce?
Según Fox Weather, una microluna ocurre cuando la luna llena coincide con el apogeo, es decir, el punto más lejano de la órbita lunar respecto a la Tierra. En este punto, la distancia puede superar en 20 mil millas (32 mil kilómetros) a la observada durante el perigeo, cuando ocurre una superluna. Esta diferencia provoca una disminución en el tamaño y brillo aparentes del satélite natural.
La NASA señala que, aunque la variación puede no ser perceptible para todos los observadores, es fácilmente cuantificable mediante instrumentos astronómicos. En términos comparativos, una microluna puede verse alrededor de un 10% más pequeña y un tercio menos luminosa que una superluna.