La Casa Becdach fue una de las obras que identificaron su quehacer como arquitecto talentoso y ético. Foto:www.panoramio.com
Luis Oleas Castillo falleció el domingo pasado. Este arquitecto ecuatoriano, nacido en Riobamba, fue uno de los pioneros de la moderna arquitectura nacional. Fue, además, catedrático y dirigente gremial de nota.
En unión de un grupo conformado por su hermano Santiago, Carlos Velasco, Boanerges Navarrete, Carlos Maldonado, y otros jóvenes egresados de la flamante Facultad de Arquitectura de la Universidad Central, pusieron los pilares de la moderna ciudad de Quito.
Ese amor por la arquitectura, en el caso de los Oleas, es un asunto de vasos comunicantes. De Santiago pasó a Luis y de este a su hijo, Diego, exdecano del Colegio de Arquitectura de la Universidad San Francisco.
Los arquitectos Fernando Flores González y Jaime Andrade Heymann, sus colegas en el ejercicio profesional y en la cátedra, consideran que fue un referente ético para todos quienes hacían arquitectura, con la ambición auténtica de hacer de ella una expresión de la identidad ecuatoriana.
Según Flores, su trabajo fue, también, un faro estético para muchas generaciones, que vieron en sus líneas simples y en sus volúmenes sencillos un deseo de ser moderno sin ser ampuloso y sin oportunismos.
La bitácora profesional y humana de Oleas fue amplia. Se graduó en el colegio San Gabriel y en la Escuela de Arquitectura de la U. Central, de la que egresó como el mejor estudiante en 1958. Se graduó como arquitecto en 1960, en la flamante Facultad de Arquitectura de la UCE.
Su ejercicio profesional no tuvo ‘rounds’ de estudio. Al otro día de graduado funda el taller Oleas Hnos. En 1964 viaja a París becado por el Gobierno francés para practicar en el taller del reconocido arquitecto Marcel Lods. También realizó posgrados en los EE.UU. y la Unión Soviética.
Entre sus trabajos más notables se rescatan el edificio Álvarez Burbano (Amazonas y Washington), el Ave María y el Cristóbal Colón (av. Colón) o el edificio de la Aviación Civil en la av. 10 de Agosto.
Otras pasiones fueron la enseñanza y la dirigencia gremial. Fue profesor titular de la cátedra de Proyectos en al Facultad de Arquitectura de la U. Central por 12 años seguidos (1960-1972); decano de esa misma facultad desde 1969 a 1972.
También fue uno de los mentalizadores del Colegio de Arquitectos de Pichincha (CAE-P), del cual fue su presidente por tres ocasiones.