Steven Soderbergh regresa al cine con una comedia. Foto: Outnow.ch.
Con una carrera de casi 30 años y un Oscar a Mejor director sobre su repisa, Steven Soderbergh anunciaba su retiro del cine, tras darse el lujo de haber reunido a Brad Pitt, George Cloney, Al Pacino, Matt Damon, Julia Roberts, Catherine Zeta-Jones y otras estrellas de Hollywood en una misma producción, como sucedió en la famosa trilogía de ‘Ocean’s Eleven’.
Su inminente abandono del cine para dedicarse a la pintura se convirtió en un paréntesis, en el cual llevó a la pantalla chica el drama de época ‘The Knick’.
Cuatro años después del estreno de ‘Efectos secundarios’, su último largometraje, el director estadounidense, afortunadamente, ha faltado a su palabra y rompe su silencio cinematográfico con el estreno, este fin de semana en los cines del país, de ‘La suerte de los Logan’.
Una comedia de atracos que revive el espíritu de ‘Ocean’s Eleven’ y en la que vuelve a reclutar a Channing Tatum, actor que se ha vuelto recurrente en sus producciones.
En la película, Tatum interpreta a Jimmy, un hombre divorciado sin más ingresos que los de su empleo como obrero, del que acaba de ser despedido. Su hermano Clyde (Adam Driver) es un veterano de la guerra de Iraq, que trabaja como camarero en una pequeña cantina. Mellie es la tercera hermana, una peluquera obsesionada con los autos.
Para quitarse de encima una especie de maldición familiar, los tres hermanos Logan planean llevar a cabo un gran atraco durante una de las más famosas carreras de autos en Carolina del Norte.
Pero ellos no tienen la habilidad suficiente para llevar a cabo un robo tan complejo, por lo que tienen que recurrir a la ayuda de Joe Bang, un excéntrico experto en demoliciones, interpretado por Daniel Craig.
Pero cuando el plan se pone en marcha, los servicios de seguridad nacional irán tras la pista de los involucrados.
Más allá del regreso de Soderbergh a la pantalla grande, el filme ha sido elogiado por su particular forma de sumergirse en el casi invisible mundo de la clase baja norteamericana.
“La gente de Virginia Occidental sabe que no importa quién esté en la Casa Blanca, nada va a ir mejor para ellos y nadie va a ayudarles. Han sido olvidados, marginados, y no lo ven como un problema del momento sino como algo estructural”, dice el director en una entrevista para El Mundo.
Una realidad a la que llega a través de la ficción por el lado de la comedia y la acción. Elementos que surgen de un guión escrito por la debutante Rebecca Blunt y manejados con precisión por Soderbergh para ofrecer una comedia entreteniday humana a la vez.