El escritor ecuatoriano opta por temas de identidad en sus textos de niños y jóvenes. Foto: EL COMERCIO
Los escritores nacionales imponen un estilo multicultural a la literatura juvenil ecuatoriana. Las historias desarrolladas en volcanes y selvas compiten con los cuentos de hadas y princesas.
La literatura multicultural refleja la identidad de los pueblos, a través de sus diferentes elementos, como personajes, vivencias, costumbres, dice el escritor Eliécer Cárdenas. Hay autores que recogen la tradición oral y la plasman en sus textos, algunos son fieles a la historia y otros juegan con la ficción.
También hay historias de la época precolombina y animales como el cóndor, puma, serpiente, iguana… Títulos como los ‘Caminantes del Sol’, ‘Verde fue mi selva’, ‘Historias del Yasuní’ y ‘La serpiente de siete cabezas’ son parte de una amplia colección de autores nacionales como Édgar Allan García, Leonor Bravo, Edna Iturralde, Soledad Córdova, Ana González, Teresa Crespo y Juana Neira.
Ellos convirtieron la tradición oral en cuentos y novelas.
Iturralde fue la primera ecuatoriana en explorar en la etnoliteratura narrativa, un género que va más allá de la multicultura. Ella usa ambos estilos. Su base es la investigación de la historia para convertirla en cuentos fantásticos.
Iturralde optó por este estilo cuando le pidieron una publicación de cuentos de valores para niños. “No sabía qué valores enseñar y me di cuenta que en Ecuador nos hacían falta identidad y autoestima, de allí salieron las historias”.
La multiculturalidad trata sobre una cultura, con sucesos relacionados, pero no necesariamente se habla de la historia, lo que sí hace la etnoliteratuta, explica la escritora quiteña.
Según Juana Neira, la literatura infantil y juvenil ecuatoriana le apostó desde sus inicios a esta temática y ahora es más común encontrar títulos con esas características. “También hay interés de las casas editoriales por fomentar la lectura de textos que se enfoquen en la identidad nacional”.
La editorial Girándula, por ejemplo, cada año publica libros que tengan elementos sobre la identidad ecuatoriana. En 10 años ha publicado más de 90 cuentos de ese tipo.
La línea infantil y juvenil nacional está posicionada en el mercado, señala Luis Peralta, gerente de Sodilibro de Cuenca. Su colección más amplia, así como en Librimundi, pertenece a la editorial Alfaguara.
Según Peralta, este tipo de obras es preferido por los maestros con fines didácticos. Ellos buscan títulos de autores ecuatorianos para sus clases, porque así pueden hablar del país, con un toque de fantasía. “Además, las colecciones se actualizan con frecuencia y tienen cuadernos de trabajo”.