Cuenca es reconocida por la calidad de sus poetas y narradores. Uno de los escritores más destacados de esa ciudad es César Dávila Andrade (1918, Cuenca – 1967, Caracas). Foto: Xavier Caivinagua, archivo / EL COMERCIO
La literatura ecuatoriana está poblada de grandes obras escritas por autores cuencanos, ‘hits’ literarios que han llegado a lectores de diferentes latitudes y que se han adaptado a distintos formatos. Una de esas obras es ‘Boletín y Elegía de las Mitas’, el poema escrito, en 1956, por el autor César Dávila Andrade, ‘El Fakir’.
Este poema de 286 versos es un texto épico-lírico, comparado muchas veces con el Canto General de Pablo Neruda, en donde se narran episodios traumáticos de la vida del indígena ecuatoriano, desde la Conquista española.
La crudeza del paisaje descrito por Dávila Andrade se puede leer en versos como este: Regreso desde los cerros, donde moríamos./A la luz del frío./Desde los ríos, donde moríamos en cuadrillas./Desde las minas, donde moríamos en rosario./Desde la Muerte, donde moríamos a grano.
La carga telúrica de este poema ha sido llevada al mundo escénico. En 1967, el director Fabio Paccioni estrenó una obra homónima cuya escenografía estuvo a cargo de Oswaldo Guayasamín. Esta pieza ha tenido varias reposiciones, entre ellas la de Teatro Ensayo, que fue dirigida por Antonio Ordóñez.
En el 2007, el artista Mesías Maiguashca se inspiró en el poema de Carrera Andrade para crear la cantata escénica ‘Boletín y Elegía de las Mitas’, que contó con la participación de La Orquesta de Instrumentos Andinos, tres coros, objetos sonoros de madera y un montaje de video.
En el 2017, se cumplieron 40 años de la publicación de otro de los ‘hits’ literarios escritos por autores cuencanos: ‘María Joaquina en la vida y en la muerte’, de Jorge Dávila Vázquez, el libro con el que el autor ganó el premio Aurelio Espinosa Pólit de 1976.
Esta obra narra la historia del dictador De Santis y su joven sobrina María Joaquina, de quien se enamora y trata de conquistar por todos los medios. En una entrevista reciente para este Diario, el autor contó que el borrador de la novela fue escrito durante el mes que pasó internado en un hospital de la capital azuaya.
El poeta cuencano Cristóbal Zapata ha señalado que esta obra es aprovechada hija del boom. “María Joaquina en la Vida y la Muerte tiene el mérito de hacer un muy particular uso de todo ese expediente boomístico de hablar con fuerte acento local el idioma”.
A estos ‘hits’ literarios se suma ‘Sollozo de Pedro Jara’, un poema publicado en 1978 por el escritor Efraín Jara Idrovo. Este poema lo escribió a manera de elegía por la muerte de su hijo Pedro, una tragedia que lo perturbó durante años.
El texto contiene motivos musicales en los que utiliza ideas del estudio once para piano de Karlheinz Stockhausen y la tercera sonata de Pierre Boulez. Sobre este poema experimental Jara Idrovo ha dicho que no es un lamento por la muerte de su hijo sino un homenaje a su vida.
Dentro de esta lista de obras destacadas de autores cuencanos también pueden considerarse ‘Polvo y Ceniza’, de Eliécer Cárdenas, ‘El habla del cuerpo’, de Cristóbal Zapata, y ‘Escritos en abril’, la antología de la escritora Catalina Sojos.