Las Naciones Unidas fomentan un programa para la protección de los bosques y la disminución de los gases de efecto invernadero. Foto tomada del portal Stand With Forests
Hoy, 30 de noviembre del 2015, los líderes del mundo llegaron a un acuerdo conjunto para mitigar los gases de efecto invernadero que provienen de la deforestación. Proponen impulsar la restauración de bosques y un desarrollo rural sostenible.
A la Amazonía se la conoce como el pulmón de la Tierra, es la que provee el 50% del oxígeno que respiramos todos los seres vivos en el Planeta. Pero además funciona como una máquina que captura el 50% del CO2 en la atmósfera (200 toneladas de carbono por hectárea), uno de los gases que a pesar de ser necesarios para calentar nuestro mundo, un exceso del mismo puede ser catastrófico para el ser humano causando lo que se conoce como calentamiento global.
Los bosques no solo nos dan el aire que respiramos sino también nos proveen de la lluvia que ayuda a que nuestros alimentos y los productos que utilizamos a diario crezcan.
Aun así, siendo conscientes de lo mucho que necesitamos a los bosques para nuestra supervivencia, en el mundo cada año se destruyen 12 ml millones de hectáreas.
Aún quedan esperanzas y es así que -después de 20 años de discusiones y desacuerdos- por primera vez los gobernantes consideran a los bosques como un asunto clave en las negociaciones de la COP21 para enfrentar el cambio climático. Los compromisos de los países con bosques tropicales están siendo respaldados por las ofertas de apoyo financiero provenientes de países donantes.
Durante las declaraciones de los representantes de 17 gobiernos, se detalla la intención de llevar a cabo acciones más sólidas, colectivas y urgentes, con el objetivo de detener la deforestación e incrementar de manera significativa la restauración de la naturaleza. Este acuerdo es la luz que alumbra la posibilidad de que el papel de los bosques sea reconocido en el acuerdo climático final que se alcanzará la siguiente semana.
Alemania, Noruega y el Reino Unido declararon que “están listos para incrementar su apoyo anual para REDD+ si es que los países elaboran propuestas ambiciosas y de alta calidad, con el objetivo de brindar mil millones de dólares anuales al 2020, o proporcionar más de 5 mil millones en el periodo 2015-2020, incluyendo un significativo incremento en el financiamiento de pago por desempeño si los países demuestran reducciones de emisiones medidas, reportadas y verificadas”, según el Fondo para la Naturaleza (WWF).
REDD+ es un programa realizado por las Naciones Unidas que pretende reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero al conservar los bosques y reducir la degradación de los mismos.
Este proyecto está presente en el Ecuador desde el 2009 para apoyar al país financiera y técnicamente. Sin embargo, los recursos llegaron a finales del 2011 y sólo en febrero del 2013 se consolidó el equipo técnico que acompaña la implementación del programa.
Por otro lado, la WWF anuncia en su comunicado que propusieron nuevos y específicos compromisos como:
– USD 339 millones de Alemania, Noruega y el Reino Unido para apoyar unos cinco años los programas de reducción de emisiones a gran escala, bajo el Fondo de Carbono.
– Noruega continuará brindando apoyo financiero al Fondo Amazónico de Brasil en aproximadamente los niveles actuales hasta el 2020, si Brasil continua cumpliendo sus ambiciones. Un país que ha reducido su deforestación en un 70% en el 2013.
Los gobiernos de estos tres estados desarrollados firmaron un Memorándum de Entendimiento, en el cual incluyó la disposición para pagar más de USD100 millones para la reducción de emisiones verificadas.
Dentro del marco de la COP21, dentro de sus propuestas para enfrentar el cambio climático, muchos países forestales han incluido compromisos para reducir las emisiones provenientes de la deforestación. Gobiernos, empresas privadas, organizaciones de la sociedad civil y pueblos indígenas están tomando medidas para conservar y restaurar los bosques y, consecuentemente, proteger la biodiversidad. “El acuerdo climático debe ayudar a que esto se cumpla”, dice Peter Graham, Jefe del Programa de Bosques y Clima de la WWF.