Las autoridades policiales que investigan el caso, presumen que a los dos leones los mataron probablemente para utilizar sus miembros en rituales. Foto: www.ad-international.org
Los cuerpos de dos leones, rescatados de un circo de Perú y que en 2016 fueron trasladados a un santuario de grandes felinos en Sudáfrica, aparecieron decapitados, sin patas y sin cola. Así lo informó el 6 de junio de 2017 la BBC en su sitio web.
De acuerdo con la información del medio británico, los felinos eran parte de un grupo de 33 leones recuperados de circos en Colombia y Perú que habían viajado al santuario natural de Emoya, una reserva privada de 5 000 hectáreas en la norteña provincia de Limpopo para iniciar una nueva vida.
Las autoridades policiales que investigan el caso, presumen que a los leones los mataron probablemente para utilizar sus miembros en rituales. Según la información de la BBC, muchos curanderos tradicionales en zonas rurales de Sudáfrica utilizan las partes de distintos animales (como patas de león o cerebros de buitre) para preparar pociones que supuestamente tienen propiedades curativas o son mágicas.
La directora de Animal Defenders International (ADI) Jan Creamer, dijo a la BBC estar devastada por lo ocurrido. “José y Liso sufrieron una vida de abusos terribles, pero su nueva morada en África les había infundido una nueva vida”.
En el 2014, la ADI comenzó a implementar, junto con las autoridades locales, las leyes aprobadas en Perú y Colombia que prohíben el uso de animales en circos. De los cientos de animales rescatados, las especies endémicas -entre las que había osos, monos y aves- fueron reubicadas en lugares cercanos, mientras que los leones fueron enviados a su hábitat natural, en lo que fue el mayor traslado de animales del mundo a Sudáfrica, agregó el medio.
Cuando rescataron a José, que era amigo inseparable de Liso, descubrieron que tenía daño cerebral, probablemente por los golpes que le habían dado en la cabeza durante sus años en el circo. Esto le impedía calcular las distancias y por esta razón le construyeron un recinto especial en Emoya. Liso, según el sitio web del santuario, era un león tranquilo y amigable.
La ADI, que traslada animales rescatados a santuarios desde hace 21 años, señaló que esta es la primera vez que registra un incidente semejante y ofreció una recompensa para quienes aporten información sobre el caso.
En enero del 2017 se reportó un hecho similar en otra reserva de animales en Sudáfrica, indicó la BBC. En esa ocasión, los cazadores rompieron las vallas del parque y decapitaron y cortaron las patas de tres leones macho.