Nuestros lectores nos cuentan cómo sus mascotas han sido un apoyo en la pandemia

María Gracia Queirolo, propietaria de Rocco. Foto: cortesía María Gracia Queirolo

María Gracia Queirolo, propietaria de Rocco. Foto: cortesía María Gracia Queirolo

Gabriela Gómez, propietaria de Grace y Teo. Foto: cortesía Gabriela Gómez

El vínculo entre las mascotas y sus dueños se fortaleció aún más durante la pandemia. La cuarentena y el teletrabajo han permitido que ambos pasen más tiempo juntos y disfruten de nuevas aventuras.

En algunos casos, al pasar más tiempo con sus humanos, las mascotas incluso se curaron de enfermedades. En otros, estos animales ayudaron a sus dueños a sobrellevar el estrés del aislamiento. EL COMERCIO recopiló algunas de las historias más curiosas, sorprendentes y emotivas de esta cuarentena.

Teo se recuperó con la compañía de Grace

“Desde hace cinco años tenemos a Teo, un pastor alemán que, en enero del 2020, fue diagnosticado con cáncer de piel. A mediados de febrero, nos cambiamos de un departamento a una casa con jardín, pero el cambio empeoró su condición. Incluso, iba a entrar a cirugía, pero por la pandemia se suspendió todo.

En los días de encierro, justo un 17 de abril, una cachorrita callejera se metió al conjunto donde vivimos y se quedó en nuestra puerta. Al encontrarla, preguntamos si pertenecía a alguien, pero nadie la reconoció. Esperábamos que se fuera, pero nunca lo hizo, entonces decidimos adoptarla.

Teo y Grace disfrutando de un pase. Foto: cortesía Gabriela Gómez

Grace se convirtió en un ángel para Teo. Ahora son los mejores amigos. Incluso los síntomas de cáncer de Teo desaparecieron. Ambos son perros felices y alegran nuestra vida”.

Rocco tuvo su fiesta de cumpleaños digital

“Tenemos una pequeña familia perruna formada por Rocco (11) y Tito (7), y sus hermanas gatunas Sammy (5) y Manchitas (3), que fueron rescatados en Ecuador. En los tiempos de la pandemia, ellos fueron un tranquilizante, ayudándonos a mantener una rutina sana y activa; con juegos y premios.

Mi suegra me regaló un hornito tipo wafflera con formas de perritos y huesos. Así que comenzamos a hacer galletas. Como tenemos algunos amigos que tienen perritos, se las di y a todos les encantaron. Son de zanahoria, avena y vainilla; calabaza y banana. Creamos así una comunidad de perritos.

María Gracia Queirolo, propietaria de Rocco. Foto: cortesía María Gracia Queirolo

Un día para el cumpleaños de Rocco realizamos un cumpleaños canino vía Zoom. Antes le celebraba los cumpleaños con sus amigos caninos en parques con sorpresas y juegos, pero no se podía por la pandemia. Envié invitaciones a algunos amigos con el código de la reunión y les mandé las galletitas como sorpresas. Los invitados se conectaron con los perritos vía Zoom y le cantamos Feliz Cumpleaños a Rocco”.

Kandela y Clara se volvieron inseparables

“Kandela tiene 10 años, está en nuestras vidas desde que nació y es la consentida de la casa. Cuatro días antes del confinamiento, mi hijo se fue a hacer sus pasantías en Camilo P. Enrique y no pudo regresar hasta dos meses después, que conseguimos un auto para que pueda volver a casa.

Cuando ya no pudimos salir, mi negrita me acompañó todo el tiempo. En el espacio que tenía para hacer teletrabajo, puse su camita y de vez en cuando se acercaba para que la acaricie y juegue con ella. Esas eran mis “pausas activas” y por ella salía a la terraza para que pueda caminar.

Clara Ayala, propietaria de Kandela. Foto: cortesía Clara Ayala

Agradezco mucho a mi Kandela por hacer mis días difíciles más llevaderos. Sin su compañía hubiese sido muy difícil adaptarme a esta emergencia mundial. Debido a las malas noticias que aparecían, a veces sentía tristeza, pero mi perrita con sus juegos me ayudaba a despejar mis temores. Debemos cuidar a estos seres inocentes, que nos hacen tanto bien con sus muestras sinceras de cariño.

Es una pena que la crisis económica y sanitaria haya causado también una crisis humana. La gente ha abandonado a muchos perritos. Ahora con Kandela vamos al parque de Carcelén y encontramos a muchos perros abandonados. Para aportar con nuestro grano de arena, les llevamos pan y agua. Espero que el Municipio incentive la adopción y las personas sean más conscientes y no abandonen a sus mascotas.

A mi negra la queremos mucho, la cuidamos bastante y es un miembro más de la familia”.

Agatha se mejoró con el amor de su dueño

“Antes de la pandemia, a mi gata le diagnosticaron una obstrucción en el intestino, posiblemente un tumor. Por su edad avanzada se descartó una cirugía para extraerlo. Este tumor le ocasionaba constantes vómitos, bajó mucho de peso y se temía que no sobreviviría por mucho tiempo o que su calidad de vida desmejoraría tanto que la mejor opción sería la eutanasia.

Llegó la pandemia y con la cuarentena una de mis principales actividades fue dedicarles tiempo, cuidados y cariño a mis mascotas. Con esto, el ánimo de Agatha fue mejorando notablemente. Empezó a comer un poco más, disminuyeron sus episodios de malestar y empezó a mostrar una recuperación sorprendente.

Ángel Villacrés es propietario de Agatha. Foto: cortesía Ángel Villacrés

Si bien los vómitos siguen apareciendo de vez en cuando, es una gatita de la tercera edad activa y feliz. Duerme conmigo casi siempre y juega a veces con su compañera Akane.

Gracias a la cuarentena y el teletrabajo, tenemos a Agatha para largo en la familia. Estoy seguro de que, sin los cuidados y el amor constante, no se habría recuperado ni con las mejores medicinas. Esta es una prueba de que el contacto entre seres vivos es más valioso que cualquier otra cosa”.

¿Tienes historias de mascotas que quisieras que las contemos? Escríbenos a tendencias@elcomercio.com

Suplementos digitales