El autor explicó que siente mucha afinidad con los inmigrantes porque su padre era de Mauricio, nación insular en el sur del Océano Índico, y su esposa es marroquí. Foto: Captura de pantalla
El “mito de la raza pura” forma parte de una “infecciosa” herencia cultural de Europa, sostuvo el escritor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio, quien consideró que el porvenir del continente radica en la educación para el diálogo cultural.
Le Clézio, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2008, participó este viernes 2 de septiembre de 2016 en las actividades del encuentro cultural Hay Festival Querétaro, que se realiza del 1 al 4 de septiembre en la ciudad de Querétaro, en el centro de México.
En una conferencia de prensa, el autor fue interrogado respecto a la crisis de los inmigrantes y el resurgimiento de la xenofobia en Europa. “Es una inquietud que me causa mucha angustia”, reconoció.
Explicó que siente mucha afinidad con los inmigrantes porque su padre era de Mauricio, nación insular en el sur del Océano Índico, y su esposa es marroquí.
“El resurgimiento del nacionalismo tiene una faz muy fea, que nos hace pensar en el movimiento que dio origen a la Segunda Guerra Mundial, que era un desarrollo de odio a lo que es extranjero, a lo que es inmigrado, a lo que no es de raza pura. Este mito de la raza pura es una parte muy fea de la cultura europea”, dijo.
De acuerdo con el escritor, este fenómeno no es nuevo en el continente, pues tiene sus raíces en la antigua Grecia. “Aristóteles tenía una faz nacionalista y racista en sus escritos. Eso es algo que se ha desarrollado a menudo en Europa, es una herencia infecciosa, una herencia venenosa”, abundó.
Le Clézio, a quien la Academia Sueca describió al concederle el Nobel como “explorador de una humanidad situada más allá y por debajo de la civilización reinante”, consideró que Europa tendría que tomar el ejemplo de países donde las diferentes influencias culturales se han adaptado unas a otras.
“El porvenir de Europa depende de su capacidad de escuchar, de copiar el ejemplo del resto del mundo. Eso es una cuestión de educación. Los escritores tenemos absolutamente el deber de denunciar las formas de nacionalismo y racismo por todos sus medios: escribiendo, hablando, participando en encuentros”, consideró.
Refirió que lo que él ha hecho es establecer en Mauricio la Fundación para la Interculturalidad y la Paz, que enseña a los niños “que la pobreza no es una enfermedad, que ser diferente no es una falla. Al contrario, que cada quien debe contribuir al bien común”.
“Puede parecer utópico, pero actuar con los niños de las escuelas es sembrar semillas para el porvenir. Yo creo que la respuesta a todo ello es la educación. Hay que educar a Europa”, acotó.
El Hay Festival, que por primera vez se celebra en la ciudad mexicana de Querétaro, se inició el jueves 1 de septiembre y supondrá una “gran celebración de la palabra“, dijo a Efe la directora del festival para México y Latinoamérica, Cristina Fuentes La Roche.