Andrea Astudillo tiene un máster en Láser por la Universidad de Barcelona. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO.
La posibilidad de realizar rejuvenecimientos faciales o levantamientos de senos y glúteos sin recurrir al bisturí ha convertido al láser en una tecnología indispensable para la medicina estética. Los resultados se ven después de al menos tres sesiones. La inversión total puede equivaler a la de una cirugía, pero la recuperación es rápida y los resultados son naturales.
El láser “es un haz de luz que se regula de acuerdo con la patología que se esté tratando”, según Andrea Astudillo, máster en Láser Dermatoestético. Continúa con ejemplos: al hacer un tratamiento de rejuvenecimiento, la longitud de onda deberá actuar en la piel y al hacer depilación, la luz deberá trabajar en el vello.
Manchas, lunares, hongos, cicatrices y estrías pueden ser retirados o su apariencia puede disminuir con el láser, según Astudillo, quien atiende en el Hospital del Río, Cuenca. También se puede realizar reafirmación corporal. La experta explica que esto es posible, pues esta tecnología estimula el colágeno y la elastina.
Si bien estos servicios con láser son cada vez más populares en centros de belleza, se recomienda que sean realizados o supervisados por médicos.
“Al ser una tecnología que emite un haz de luz, puede causar quemaduras y otras complicaciones, si no se realiza bien el procedimiento”, dice Astudillo. Hay que preparar la piel para evitar fotosensibilidad y hay que tener un historial para controlar que el paciente no tome medicamentos que causen efectos secundarios.
Las embarazadas o en estado de lactancia también deben evitar el láser; aunque no existen estudios que comprueben daños en estas etapas, no es aconsejable realizarlo por cualquier lesión o infección que podrían aparecer, principalmente por malas prácticas.
Mercé Durán, médica experta en estética, coincide con que los tratamientos láser se deben realizar bajo supervisión médica. Aconseja a los pacientes que busquen estas alternativas, conocer el currículo del médico y el nombre y fabricante del equipo. “Para ver si hay permisos y aprobaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, pues hay mucho equipo barato que no pasa los controles”, indica.
El mantenimiento de los equipos y la capacitación constante del personal también son factores que inciden en el éxito o no del tratamiento. Durán, española residente en Ecuador hace siete años, se especializó en depilación hace 22. Cuenta que la tecnología ha mejorado y que ya no tiene efectos como la irritación o la inflamación. En Quito trabaja en depilación definitiva.
El láser también se usa en la odontología, de forma terapéutica, para calzar, blanqueamientos y ortodoncia. Así lo dio a conocer Lula Villacrés, ortodoncista del Grupo Dentalex. La dentista usa el láser principalmente para hacer ortodoncia acelerada, un tratamiento que asegura es indoloro y no tiene efectos negativos en las raíces de los dientes.
Villacrés insiste en la capacitación médica y en la calidad de los equipos, porque son la base del éxito de los tratamientos.