El edificio sustentable del Kolding Campus de la SDU, Dinamarca, posee una fachada cinética que se regula según el clima
La arquitectura actual es una simbiosis de tecnología, nuevos materiales y prácticas sustentables. Su objetivo máximo se orienta a satisfacer las necesidades del ser humano, afectando de la menor manera posible el entono natural.
Esa es la búsqueda. Y en eso andan arquitectos y estudios de arquitectura como Henning Larsen Architects, que acaba de concluir el Kolding Campus de la Syddansk Universitet (SDU), ubicado en la ciudad danesa de Kolding.
El diseño del edificio cuenta con una innovación tecnológica de última generación: una gran fachada cinética receptiva al clima, que regula la temperatura interior, según explica el portal de noticias especializado en arquitectura.
Según los arquitectos, el edificio es el primero en cumplir con los objetivos de energía 2015 del Código de Construcción de Dinamarca y, definitivamente, tiene puntos extras por su perfil estético.
El edificio está ubicado en los terrenos de Grønborg, en el centro de Kolding y cerca del puerto, la estación y el río del mismo nombre.
Una de las características más importantes del edificio es la fachada receptiva hecha de 1 600 pantallas de metal perforado, que están sintonizadas con el clima exterior y regulan la cantidad de luz natural que llegan al interior.
Como la luz solar cambia y varía a lo largo del día y del año, el campus está equipado con esas cortinas solares dinámicas (dynamic solar shading) a lo largo de la fachada.
Estas se ajustan a las condiciones climáticas específicas y activa los patrones de uso apropiados para proveer una iluminación óptima y un clima interior confortable (16°C).
Cuando las persianas están cerradas, quedan en posición horizontal a lo largo de la fachada. Cuando se abren sobresalen. Entreabiertas o, totalmente abiertas, dotan al edificio de un aspecto muy expresivo.
El sistema de protección solar está equipado con sensores que miden continuamente los niveles de luz y de calor dentro del edificio. Con esta información regulan las persianas mecánicamente, por medio de un pequeño motor, asegura un portal especializado en diseño.
Para lograr esta armónica fusión entre tecnología, arquitectura e ingeniería, el sistema constructivo se basó en estructuras de hormigón armado y acero de la más alta resistencia. La tarea fue realizada por el estudio Orbicon.
Los arquitectos ‘giraron’ el edificio con el fin de crear un espacio público al aire libre y utilizaron un diseño triangular para aprovechar el agua, las riberas y el paisaje del adyacente río Kolding.
El edificio, que posee 13 700 metros cuadrados (m²) de superficie total, tiene un sistema de ventilación integrado en los planos de techo, iluminación LED eficiente, paneles fotovoltaicos y paneles solares de calefacción.
El atrio central está iluminado por una gran claraboya superior y está dominado por varias escaleras y pasarelas. Gracias a sus características sostenibles, la demanda energética del edificio se reduce en un 50%, en comparación con edificios similares construidos en Dinamarca.
Con su forma triangular, el Campus Kolding creó un nuevo hito significante en Kolding, afirmó Henning Larsen -el principal de su estudio- a este portal.
El campus generó una nueva plaza central junto al río Kolding y, por lo tanto, conformó una estrecha relación con las otras instituciones educativas superiores de la urbe: la Escuela de Diseño Kolding y la Escuela Internacional de Negocios Kolding, según Larsen.
Adentro, en el gran atrio de cinco pisos, la disposición de las escaleras y balcones de acceso crea una dinámica especial, donde la forma triangular repite su patrón en una continua variedad de posiciones, mientras sube a los distintos pisos, recalca Archdaily.
Las actividades se abren hacia la ciudad, de manera que la plaza del campus y el universo interior de la edificación se transforman en un solo espacio urbano, interconectado con un parque verde posterior y una plaza recreacional delantera.
El paisajismo y la decoración interior también fueron esenciales. Del primer tema se encargó el estudio Arkitekt Kristine Jensens Tegnestue.
La decoración interior del SDU Campus Kolding, en cambio, fue del artista alemán Tobías Rehberger. Las decoraciones tienen como tema central el tiempo, que aparece como relojes integrados al edificio: en la fachada, junto al auditorio y en las salas de clases.