Escuelas de Chimborazo celebraron el Koya Raymi con coreografías que representan la preparación de la tierra. Foto: cortesía Gobierno Provincial de Chimborazo
Juegos populares, ceremonias y rituales se realizan en Chimborazo como parte de la agenda de celebraciones por el Koya Raymi.
Según la cosmovisión andina, en esta temporada del año se prepara la tierra para la nueva siembra, tras un período de reposo. Además, coincide con el equinoccio de otoño, por lo que se considera un homenaje a la fertilidad y a lo femenino.
Los festejos se iniciaron el 21 de septiembre y se extienden hasta inicios de diciembre próximo. En las comunidades, la gente prepara la tierra tras una ceremonia de agradecimiento.
“Es un acto especial para pedir permiso a la Pachamama para sembrar y una muestra de gratitud por la vida que nos da con sus frutos”, explica Manuel Pomaquero, un yachak de Chimborazo.
Él cuenta que antes de la nueva siembra, la tierra ha pasado por un proceso de purificación y de preparación. “Así las plantas van a crecer otra vez y las semillas germinarán”.
Las semillas que se siembran en esta época también se relacionan con los niños.
El Koya Raymi se celebra también en las escuelas bilingües de Chimborazo. Los niños de cada salón organizaron presentaciones teatrales y coreografías que representan esa preparación de la tierra.
“Es importante que los niños recuerden las fiestas ancestrales, entiendan qué se celebra y así se sientan más identificados con su origen”, dijo Wilfrido Castelo, coordinador de la escuela 21 de Abril, situada a 40 minutos de Riobamba, en la parroquia Flores.
El Gobierno Provincial también inició un programa para difundir las tradiciones en las comunidades de la provincia. El proyecto empezó en septiembre y consiste en organizar en cada comunidad un programa con juegos populares.
La semana pasada el evento se realizó en la comunidad Yuigán San Gregorio, en Guano. Al evento acudieron comuneros de otros siete poblados.
El evento se inició con una explicación de la fiesta. Bacilio Chimbolema, técnico de Gestión Social explicó a los asistentes sobre la fiesta.
Luego, se realizaron los juegos populares. Las comunidades compitieron entre sí para ganar sacos de abonos y semillas para sus huertos.
La gente jugó a los ensacados, tortugas, batido del huevo y el juego del pato.
Los ganadores de la competencia fueron los participantes de la comunidad Langos Panamericana. Ellos recibieron 28 quintales de semilla de papa súper chola y 125 sacos de abono orgánico para la siembra.
“Fue muy divertido concursar. En la comunidad ya no hacíamos actividades como estas y hoy recordamos que no solo es importante agradecer a la tierra, sino también mantenernos unidos”, dijo Gregorio Saltán, un comunero.
La viceprefecta, Tránsito Lluco, explicó que la campaña del Gobierno Provincial se planeó con el objetivo de revalorizar y recuperar las tradiciones ancestrales de la provincia.
“Celebramos la imagen femenina que representa a la naturaleza y a la vida. También celebramos la producción y el conocimiento ancestral”, dijo la viceprefecta.
La fiesta por el Koya Raymi llegó también a Penipe. Allí se reunieron los habitantes de cuatro comunidades para compartir la mañana de juegos y de un ritual de purificación.
“Fue una experiencia que nos recordó que nuestros abuelos ya tenían conocimientos avanzados sobre el cosmos y la agricultura”, dijo René Chávez, presidente de la junta parroquial de Candelaria.
Allí también se realizaron juegos populares y al final una pambamesa (comida comunitaria), con choclos, habas, queso, y otros productos andinos.
Las comunidades ahora se preparan para el Kapak Raymi, la fiesta de la germinación que se da con el solsticio de verano. Esa fiesta, que también es una de las cuatro celebraciones sagradas del calendario andino, coincide con la celebración de la Navidad.
Para la yachak, Valeriana Anaguarqui, esa es una de las celebraciones más importantes del año debido a la gran cantidad de energía que emanan todos los seres vivos.
“Esa temporada festejamos a la energía masculina y a la dualidad que hace posible la vida”, explica Anaguarqui.
El Kapak Raymi se inicia en diciembre y se extiende hasta enero. Durante estos meses se realizan baños energéticos y limpiezas de purificación.
Según los yachaks, ese es el mejor tiempo del año para renovar la energía e iniciar un nuevo ciclo, por lo que se preparan con ayunos.