Killa Moda 2018 convocó a las ñustas y reinas de Cañar

Las reinas vistieron los trajes típicos de sus culturas, algunos con ajustes modernos pero sin salir de lo tradicional.

Las reinas vistieron los trajes típicos de sus culturas, algunos con ajustes modernos pero sin salir de lo tradicional.

Las reinas vistieron los trajes típicos de sus culturas, algunos con ajustes modernos pero sin salir de lo tradicional. Foto: Cortesía Municipio de El Tambo

Por segundo año consecutivo, el Killa Moda 2018 mostró la capacidad artesanal, la historia y la cultura inca-cañari. 15 reinas, ñustas y cholitas de los siete cantones exhibieron trajes, bisutería y accesorios de artesanos de Cañar.

El desfile fue organizado por el Municipio de El Tambo, en coordinación con el Ministerio de Turismo, y se realizó el pasado 22 de septiembre en el Complejo Arqueológico de Coyoctor, como parte de las actividades culturales por la celebración del Killa Raymi.

Coyoctor e Ingapirca son los sitios de mayor riqueza cultural y arqueológica que tiene esta provincia. Ocupa nueve kilómetros cuadrados de estructuras de muros de piedra, considerados sagrados para los cañaris.

Según los registros históricos, este espacio era utilizado para los baños ceremoniales, rituales dedicados a las deidades, aposento de los sacerdotes, observatorio astronómico y cementerio. Para realzar esa importancia, con el desfile se rindió homenaje a la luna, a la mujer y a la fertilidad.

Las reinas y cholitas vistieron atuendos ancestrales, algunos con modificaciones, pero sin dejar de lado elementos tradicionales que identifican a los incas y cañaris como los colores fuertes y los bordados iconográficos en las polleras, blusas, camisas, wallcarina (paño), fajas y capas.

Además, el uso de accesorios como el tupo con diseños del Taita Inti y la Mama Killa (sol y la luna), candongas (aretes de plata), sombreros de lana de borrego y tocados con imágenes de guacamayas, especie de donde se cree que descendió la etnia cañari.

Para el alcalde de El Tambo, Alfredo Pinguil, con este desfile rescataron las vivencias ancestrales y rindieron culto a los elementos de la naturaleza. También realzaron los valores culturales de las comunidades y el trabajo de los artesanos en los diferentes oficios.

Por ejemplo, las cooperativas Artesanal Puertas del Cielo y Padre Rafael González y la Fundación Pérez Perasso participaron con una nueva y variada colección de accesorios en paja toquilla como bisutería, sombreros, carteras, cinturones y adornos para el hogar.

Jennifer Jiménez, virreina de El Tambo, se presentó con el atuendo ancestral cañari compuesto por una pollera de paño gruesa y un elegante sombrero de ala ancha y un conjunto de aretes y collar en paja.

En cambio, Nube Zaruma, Ñusta 2017, desfiló con un traje contemporáneo diseñado por Petrona Pizha. Este consistió en una pollera plisada con una blusa ricamente bordada con lentejuelas y piedras, que realzaron algunos elementos como la cruz andina y la luna.

En cambio, Flor Quito mostró sus creaciones en los collares, aretes y pulseras elaborados en mullos, que vistieron varias reinas. Para esta cañarense, el Killa Moda 2018 fue una vitrina para mostrar sus obras y conseguir nuevos clientes en la provincia.

Fanny Tapia es la presidenta de la Fundación Padre Rafael González, constituida en el 2015 con 60 socias y que exportan sombreros a Italia y otros países de Europa.

En la pasarela, ella se preocupó de hacer conocer a los presentes sobre algunos saberes ancestrales que hay detrás de la elaboración de los sombreros y algunas particularidades que distinguen su uso de una y otra comunidad, para que se revalorice esta prenda.

Las personas que se congregaron en el Complejo Arqueológico de Coyoctor también presenciaron un ritual ancestral ceremonial y el festival de danza y música andina con la participación de diferentes grupos de la provincia. También hubo venta de artesanías.

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