Cultura kichwa Otavalo llegó a Popayán

José Manuel Potosí mostró ante el público cómo funciona un telar manual de madera.

José Manuel Potosí mostró ante el público cómo funciona un telar manual de madera.

José Manuel Potosí mostró ante el público cómo funciona un telar manual de madera. Foto: Cortesía Museo Otavalango

Un telar manual de madera fue lo que más llamó la atención de los habitantes de Popayán, en Colombia.

Moviendo los brazos y las piernas, José Manuel Potosí activaba el instrumento tradicional con el que históricamente han fabricado telas de lana los indígenas de Otavalo.

Potosí es uno de los artesanos del Museo Viviente Otavalango, que fue invitado a participar en el III Congreso Académico de Arte y Oficio Nicoli Castro, que lleva el nombre de una destacada artesana de localidad colombiana.

La cita, que se cumplió el último fin de semana, congregó a decenas de manufactureros en el parque Caldas, de la urbe de la nación vecina.

René Zambrano, guía del Museo Otavalango, fue el encargado de armar prácticamente todo el taller, que fue trasladado desde la ciudad imbabureña.
Ante la mirada atenta de los visitantes se mostró cómo se fabrica la tela, que es la materia prima de las prendas de vestir tradicionales.

Luzmila Zambrano, coordinadora del Museo Viviente, comentaba que la habilidad para el tejido y los negocios les abrió las puertas del mundo a los kichwas de Otavalo.

Los comerciantes indígenas son conocidos con el nombre de ‘mindalaes’.
César Gómez, alcalde de Popayán, asistió al encuentro cultural. Allí recordó que hace varias décadas llegaron a esta parcialidad el artesano otavaleño Antonio Farinango y su esposa, Mercedes Potosí.

El octogenario compatriota reside desde hace 35 años en esta urbe colonial. Es un hombre respetado no solo por su fama de trabajador sino porque posee el título de cónsul honorario de Ecuador en Popayán, entregado por el Gobierno Nacional.

La exhibición de las tradiciones y costumbres de los indígenas de Otavalo permitió además promocionar el Museo Viviente.

A los potenciales turistas colombianos les explicaron que este centro cultural está ubicado en Otavalo, en las instalaciones de la exfábrica textil San Pedro.

También que está distribuido en varias salas. En una de ellas hay numerosos trajes indígenas de fiesta. El más llamativo es el del coraza, que está tapizado de cadenas, medallas doradas, mullos multicolores y monedas perforadas.

También hay otro salón donde se muestran herramientas, como un yugo para arar la tierra con la ayuda de dos bueyes.

Un lugar especial del museo es la sala de instrumentos musicales. Ahí los visitantes pueden manipularlos con la asistencia de un músico que entona ritmos para los turistas.

Otro rincón acogedor es la cocina del Museo Otavalango. Según los guías, el fogón es el centro de la casa indígena. En ese sitio donde se preparaban los alimentos se colocaban los padres, hijos y nietos.

“Ahí, los adultos mayores contaban anécdotas y aconsejaban a los más pequeños”.

La muestra ecuatoriana causó buena impresión. Incluso el Cónsul Honorario de Ecuador y el Alcalde de Popayán acordaron armar un museo parecido en la ciudad colombiana, para atraer el turismo.

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