Johansen está en el país con la gira promocional de su más reciente trabajo discográfico, ‘Mis Américas Vol. 1/2’, que el músico califica como “un recorrido por mis primeras Américas”. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Han pasado siete años desde la última vez que el músico argentino Kevin Johansen visitó Ecuador. Pero está de vuelta para dar un concierto este jueves 1 de junio de 2017, en Il Casale Di Carmine, en Tumbaco.
Johansen está en el país con la gira promocional de su más reciente trabajo discográfico, ‘Mis Américas Vol. 1/2‘, que el músico califica como “un recorrido por mis primeras Américas”. Para este trabajo hizo tres paradas importantes: en Nueva York, en Río de Janeiro y en Buenos Aires, ciudades en las que produjo el álbum.
“Esas tres ciudades son lugares familiares porque son grandes urbes, son ciudades universales. Son ciudades que conectan con la historia, con el viejo continente, con África. Es esa parte expuesta al Atlántico“, comentó el músico en diálogo con EL COMERCIO, acerca de las aseveraciones que Johansen hizo a un medio argentino porque se refirió a esos tres lugares como “sitios en los que uno puede irse a tomar un café con los amigos”.
‘Mis Américas Vol. 1/2‘, explica el músico, es solo medio volumen porque “las Américas son muy grandes y no se pueden abarcar en un solo disco“. Adelantó que ese recorrido por la geografía musical del continente continuará, con la búsqueda de nuevos sonidos y ritmos con los que fusionar.
El álbum se compone por 13 temas, entre los cuales se destaca Bach-Chata (Habladurías), una canción que relata la pequeñez humana a través de los chismes malintencionados. Esta canción cuenta con una narración de Marcos Mundstock, integrante de Les Luthiers, agrupación con la que Johansen mantiene una relación muy cercana.
“Siempre cuento que, cuando llegué a Argentina a los 12 años, mi conocimiento de la música argentina contemporánea estaba con el rock, con Charly García“. Johansen recuerda que su madre lo llevó a una presentación de Les Luthiers y fue entonces cuando nació su gran admiración hacia ese grupo de música, comedia y artes escénicas.
En el disco ‘City Zen‘ (2004), Johansen hizo una primera dedicatoria a Les Luthiers, con la canción Oops. “Ese tema tenía un espíritu de lo que ellos hacían. Una vez, en un avión me encontré con Daniel Rabinovich (fallecido integrante de Les Luthiers) y me agarró del brazo y me dijo ‘gracias por la dedicatoria‘. Tuvimos mucha onda y me presentó a Les Luthiers, y así fue como nació una linda relación con mis ídolos“.
Su fusión musical le ha permitido recorrer Sudamérica y, para incluir ritmos ecuatorianos en ‘Mis Américas Vol. 1/2‘, Johansen compró un charango, cuyo sonido forma parte de esta nueva creación. Se tiene previsto un segundo concierto del argentino en Quito el segundo trimestre de 2017, aunque la fecha aún está por confirmarse.